En la pantalla sobre un cielo azul que barrunta el amanecer se va elevando una esfera de un blanco sucio, la parte superior se resquebraja, nace un pájaro; el plano se amplía, la dueña del nido lanza un graznido y echa a volar, la cámara la sigue, se posa por unos instantes en un tronco caído, a su lado una pala cae de golpe, se asusta y levanta el vuelo; pertenece a un hombre que cava una tumba alumbrado por los faros de un coche, luego entierra un cuerpo envuelto en un sudario blanco.
Una policía camina por el centro del pasillo de una comisaría con andares orgullosos, no parece resentirse por el peso de la pistola; llega a una celda y le grita al hombre que dormita en el catre con el rostro cubierto por un Stenson negro: “¡Eh, Duke!", el hombre contesta adormiscado: "Probando nuestras instalaciones”. Duke se alza el sombrero y se levanta, es el sheriff.
Amanece, en el Diner un concejal trabajador ultima su desayuno mientras lee una biografía de Churchill, cuando se marcha deja una buena propina "Para comprar tu próximo voto" dice a la camarera, "Eso lo dice quien se presenta sin ningún oponente", contesta la mujer "Estamos en esto juntos" responde el político.
Una pareja joven en la cama, él le dice "Te quiero", ella responde "Ha sido un verano divertido" mientras se viste la chica, él insiste “Te he querido desde tercer grado. Eres la única persona que me conoce de verdad”, “Por eso precisamente es por lo que no quiero que estemos juntos”, le responde. Cuando ella se aleja la agarra, la chica se vuelve y le pega un bofetón.
Una pareja joven en la cama, él le dice "Te quiero", ella responde "Ha sido un verano divertido" mientras se viste la chica, él insiste “Te he querido desde tercer grado. Eres la única persona que me conoce de verdad”, “Por eso precisamente es por lo que no quiero que estemos juntos”, le responde. Cuando ella se aleja la agarra, la chica se vuelve y le pega un bofetón.
Una periodista pelirroja, acude cámara en ristre a casa de una mujer mayor, tiene un soplo para ella. La mujer le señala a la periodista un camión blanco de reparto y le dice "Es la cuarta entrega de propano esta semana". "Alguien está planeando una gran barbacoa" contesta la periodista, o “Buuummm”, añade la mujer simulando con las manos una gran explosión. "¿Cree que podría estar relacionado con el terrorismo? ¿Por qué no se lo dice a la policía?, se lo ha dicho, se lo ha dicho al sheriff, "Al parecer están reponiendo las reservas del Ayuntamiento..." sólo que el hombre parecía nervioso y el sheriff Duke Perkins "No ha estado nervioso ni un sólo día en su vida."
En el bosque el enterrador termina su trabajo, guarda la pala en el maletero, se monta en el coche y abandona el bosque a toda velocidad; habla por teléfono, tiene una herida en la ceja derecha, le dice a su interlocutor que su hombre no tenía la pasta, que "Intentó renegociar de forma agresiva". Por el camino se cruza con el coche del sheriff, abre la guantera y saca una pistola. Los policías sospechan de la matrícula, el hombre vigila por el retrovisor como el coche de la policía continua su camino. Conduce rápido, da un volantazo para esquivar dos vacas paradas en medio de la carretera, choca contra una valla, al final detiene el coche entre unas vacas que pastan. Ha reventado una rueda.
Mira a su alrededor, algo no va bien, de pronto unos cuervos soliviantados levantan el vuelo, la tierra comienza a temblar, todo se mueve como en un terremoto, las campanas de una iglesia repican, las alarmas se disparan, el viento se desata y luego, tras un fuerte golpe que levanta una gran polvareda de tierra roja, vuelve la calma.
El enterrador contempla atónito como una de las vacas se desploma lentamente, pero no es una la que cae sino dos, el animal ha resultado partido literalmente por la mitad. Se acerca, la toca, alza la mano manchada de sangre y en esos instantes recibe una descarga, un calambre y su huella ensangrentada queda suspendida en el aire. Han transcurrido exactamente diez minutos y veinticinco segundos desde la primera imagen. Aparecen los títulos de crédito.
Así comienza Under The Dome,la serie que la cadena CBS estrenó el 24 de junio basada en la novela homónima de Stephen King y con gran éxito de audiencia (15 millones de espectadores), éxito que mantuvo en el segundo episodio y aún en el tercero (10,5 millones).
De las novelas de Stephen King, parafraseando al autor, se podría decir que son como el microbio del resfriado, tarde o temprano siempre hay alguien que las pilla y las transforma en película, en serie o en videojuego, también podría decirse que el éxito les dura lo que un resfriado, siete días en cama o una semana levantado. Y es que el mundo de King tan accesible y aparentemente brillante en el papel en cuanto se somete a los focos se funde. Para que sus historias tengan éxito en pantalla necesitan de una buena adaptación, como las que Frank Darenbont realizó en La Milla Verde, en Cadena Perpetua y en La Niebla. Con las series en cambio no le ha acompañado, hasta ahora, el éxito.
Under The Dome, la novela, es una alegoría. Chester`s Mill, un pueblo idílico del oeste de Maine, queda incomunicado del resto del país por un campo de fuerza que rodea su término municipal. En una cúpula transparente, de origen y energía desconocida, quedan atrapadas sus dos mil almas. El ejército cerca la zona y en el país las alertas se elevan al nivel naranja. ¿Qué ocurre? Nadie lo sabe. Según declaraciones del autor con la novela pretendía dar una visión sociopolítica y medioambiental de los Estados Unidos bajo la administración Bush; al New York Times , en noviembre de 2009, declaró: “La última administración me interesó a causa del fundamentalismo religioso que rodeaba a todo y la increíble incompetencia de aquellos dos (Bush y Cheney). Se me ocurrió que podría hacer algo de humor negro. Así que en cierto modo, La Cúpula es una versión apocalíptica del Principio de Peter"
Y eso es lo que cuenta la novela, cómo reaccionan y actúan los dos mil habitantes de Chester`s Mill cuando quedan aislados del resto del mundo, cómo se enfrentan a la escasez de recursos, a la necesidad de mantener el orden y cómo, cuando se pierde el temor a la ley, un político, cualquier demagogo, puede hacerse con el poder manipulando los sucesos y a las gentes. En menos de una semana, pero qué semana: asesinatos, violaciones en grupo, saqueos, suicidios, King transforma un pueblo idílico en un infierno y a sus pacíficos habitantes en una turba. Y lo cuenta como a costumbra a hacer con ironía, sin sutileza, desatadamente (casi los dos mil habitantes aparecen citados, más de setenta tienen una línea de dialogo), apoyándose en abundantes citas religiosas, mostrando desde el principio el verdadero carácter de los personajes, deformándolo, retorciéndolo hasta el esperpento y consiguiendo así que el espejo, la alegoría, funcionen.
Refiriéndose a la cúpula un personaje pregunta: “¿Esto es obra del gobierno? “No”, contesta el protagonista, “¿Por qué lo sabes?”, respuesta “Porque funciona”. Lo mismo pretenden los productores ejecutivos de la serie Steven Spielberg, Neal Baer, Brian K. Vaughan (autor del episodio piloto). A la hora de adaptar la novela han actuado (con la anuencia del autor) con total libertad y han optado por construir paso a paso los caracteres de los personajes, por mostrar su ambigüedad, su doblez; al contrario que en la novela no hay buenos y malos, sino gente con muchos secretos. Los han alterado para responder a los nuevos paradigmas de la sociedad norteamericana: diversidad racial y corrección política. "Humanismo" lo llama Vaughan en esta entrevista. Y al hacerlo, no sólo han perdido la ironía, la capacidad de reflejar la esquizofrenia de una sociedad basada en la ambición y en el lucro personal, sino lo que hacía única la novela: su cualidad de espejo.
La serie mantiene los nombres de la novela de casi todos los personajes principales, los nombres, que no la edad ni el pasado. Algunos como los de la pareja lesbiana son totalmente nuevos y otros como los de Linda Esquivel (la policía) y Angie (la chica secuestrada) han sido creados a partir de otros existentes en la novela. De los que nos presentan en los primeros diez minutos se corresponden con los de la novela los de: Dale “Barbie”, el hombre que cavaba la tumba, al que interpreta Mike Vogel y del que sólo sabemos que mató a un hombre; Big Jim, único concejal que queda en Chesters`s Mill, al que interpreta Dean Norris (irónico el cambio de papel, de agente de la DEA en Breaking Bad a dueño de un laboratorio de cristal); Junior, su hijo psicópata, interpretado psicopáticamente por el novato Alexander Koch; Julia Shumway, la periodista (la profesión es lo único que ha heredado de la novela) a la que pone cuerpo y cara la actriz Rachelle Lefevre, y Joe, el espantapájaros, el friki adolescente al que interpreta Colin Ford y que en la novela es un adicto a los comics que escribe precisamente… Brian K. Vaughan y en la serie menciona la peli de los Simpsons.
Por cierto, ninguno de los acontecimientos narrados del comienzo del episodio piloto, salvo la caída de la cúpula, aparece en la novela. Luego se le añadirán el choque de la avioneta contra la cúpula, la mujer con el brazo cortado y la muerte del sheriff cuando al tocarla le explota el marcapasos. En cuarenta y dos minutos de episodio sólo cuatro sucesos de una novela de más de mil páginas. En el segundo y en el tercer episodio ninguno.
Under The Dome, la serie, por ahora es un éxito y aunque en un principio estaba previsto que fuera una miniserie de trece episodios, al parecer, la han escrito pensando a más largo plazo, tal vez por eso no han puesto aún a los vecinos de Chester´s Mill en serios apuros; en los tres primeros episodios no ha pasado gran cosa, dos policías muertos y un incendio. Esta temporada podría no ser la última y su final no tendría por qué coincidir con el de la novela, si la audiencia y el éxito les sigue acompañando. El económico es un hecho, los tres millones que cuesta cada episodio están totalmente amortizados antes de emitirse gracias al acuerdo al que han llegado la CBS y Amazon (700.000 dólares) y la venta de la serie a las cadenas internacionales (1.900.000); así que lo que consiga la CBS por publicidad es todo beneficio.
La serie mantiene los nombres de la novela de casi todos los personajes principales, los nombres, que no la edad ni el pasado. Algunos como los de la pareja lesbiana son totalmente nuevos y otros como los de Linda Esquivel (la policía) y Angie (la chica secuestrada) han sido creados a partir de otros existentes en la novela. De los que nos presentan en los primeros diez minutos se corresponden con los de la novela los de: Dale “Barbie”, el hombre que cavaba la tumba, al que interpreta Mike Vogel y del que sólo sabemos que mató a un hombre; Big Jim, único concejal que queda en Chesters`s Mill, al que interpreta Dean Norris (irónico el cambio de papel, de agente de la DEA en Breaking Bad a dueño de un laboratorio de cristal); Junior, su hijo psicópata, interpretado psicopáticamente por el novato Alexander Koch; Julia Shumway, la periodista (la profesión es lo único que ha heredado de la novela) a la que pone cuerpo y cara la actriz Rachelle Lefevre, y Joe, el espantapájaros, el friki adolescente al que interpreta Colin Ford y que en la novela es un adicto a los comics que escribe precisamente… Brian K. Vaughan y en la serie menciona la peli de los Simpsons.
Por cierto, ninguno de los acontecimientos narrados del comienzo del episodio piloto, salvo la caída de la cúpula, aparece en la novela. Luego se le añadirán el choque de la avioneta contra la cúpula, la mujer con el brazo cortado y la muerte del sheriff cuando al tocarla le explota el marcapasos. En cuarenta y dos minutos de episodio sólo cuatro sucesos de una novela de más de mil páginas. En el segundo y en el tercer episodio ninguno.
Under The Dome, la serie, por ahora es un éxito y aunque en un principio estaba previsto que fuera una miniserie de trece episodios, al parecer, la han escrito pensando a más largo plazo, tal vez por eso no han puesto aún a los vecinos de Chester´s Mill en serios apuros; en los tres primeros episodios no ha pasado gran cosa, dos policías muertos y un incendio. Esta temporada podría no ser la última y su final no tendría por qué coincidir con el de la novela, si la audiencia y el éxito les sigue acompañando. El económico es un hecho, los tres millones que cuesta cada episodio están totalmente amortizados antes de emitirse gracias al acuerdo al que han llegado la CBS y Amazon (700.000 dólares) y la venta de la serie a las cadenas internacionales (1.900.000); así que lo que consiga la CBS por publicidad es todo beneficio.
¿Aguantarán los espectadores el desarrollo acompasado de la trama? Como dice Tom Petty el lider de la banda de Los Corazones Rotos y cita King en la novela, “La espera es lo más duro”. Por ahora, los indices de audiencia les están dando la razón, por ahora, parece que sí... que todos apoyan al equipo...
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