jueves, 30 de abril de 2015

Bones. 5 Vídeos y promo The Big Beef at the Royal Diner (10.16)


Para celebrar que en The Big Beef at the Royal Diner, el episodio de esta noche, Bones llega al episodio 206 y teniendo en cuenta que el cuerpo humano adulto tiene 206 huesos, el episodio de esta noche es un tanto especial. Los 206 tendrán su oportunidad durante el episodio. Algunos ya aparecen en la canción Dem Bones que Christine ha aprendido en la escuela y que Booth y ella cantan en el desayuno para la “desesperación” de Brennan que la considera anatómica incorrecta, por lo que se propone y seguro que consigue escribir su propia canción.
Y al margen de canciones, Booth y Brennan tendrán que tener cuidado, porque en el asesinato que investigan esta noche uno de los sospechosos les prepara normalmente la comida en su diner favorito.

Por otra parte Hodgins le da a Angela una muy buena noticia, mejor dicho 20 millones de buenas noticias.
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PROMO

miércoles, 29 de abril de 2015

Bones. Ayuda al doctor Hodgins, inventor y sex symbol.


Porque no todo en Bones va a ser llanto y crujir de dientes, en llegando la primavera BonesOnFox organiza siempre alguna "juerga" para los fans, este año, por ahora ha organizado dos. Una en relación con el episodio de esta semana en la que se emitirá el episodio 206 de Bones. ¡¡206!! todo un récord pero que además coincide con los 206 huesos que tiene un cuerpo humano adulto, pues para celebrarlo se le ha ocurrido organizador un Bones-Bingo que se jugará al mismo tiempo que se emite en directo el episodio The Big Beef in the Royal Diner. Por si no hemos tenido bastante con que Booth recaiga en el juego ahora quieren convertirnos a las Boneheads en viciosas (es broma) Este es el enlacepodéis conseguir vuestra tarjeta de Bingo, la tarjeta se completa con huesos.



A mi la que más interesante me parece es la posibilidad de ayudar al doctor Hodgins a recuperar su fortuna. El cascarrabias de los primeros episodios, cuando aún llevaba la goma de la ira en la muñeca se ha transformado no sólo en El Rey del Laboratorio, sino en un gran hombre, generoso, sincero y leal y sobre todo amante, amante de su original y difícil esposa. Ya era hora que se hiciera algo, a pesar de la crisis económica para que recuperase su fortuna. Y no precisamente convirtiéndole en un cuello de alquiler.



 El asesino en serie Pelant o como ahora lo llama el doctor Hodgins "el super villano psicópata con media cara", como en su día el canival Gormogon me parecieron en su momento dos de los mayores errores de Bones. Ni el uno ni el otro, por inverosímiles debieron formar parte de la serie. Pero todo el mundo tiene derecho a equivocarse y Hart Hanson y Stephen Natham como dioses que son de Bones cuando se equivocan lo hacen a lo grande. El no reconocerlo es también marca de su divinidad, por eso para el final de la Décima temporada nos han previsto una  "aparición" de Pelant o mejor dicho de las consecuencias que sus crímenes aún pueden ocasionar. ¿Cuáles serán? Vaya usted a saber. Pero...


...Uno de los chistes más malos de todas las malas fechorías que cometió Pelant fue la "desaparición", que no robo, de la fortuna del doctor Hodgins. Esa que era más grande que el Producto Interior Bruto de Europa entera. Que ahora que se acerca el final, los dioses benevolentes le hayan permitido al buen doctor convertirse en millonario por derecho propio es algo de agradecer. Que lo vaya a ser gracias a uno de sus experimentos no deja de ser justicia poética.

Una alfombrilla que impide que el cristal se rompa. Genial el invento. Él mismo nos describe el origen de la idea "Como científico apasionado, sé que los accidentes de laboratorio suceden a veces. ¿Qué pasa si una pieza de tecnología podría cambiar nuestras vidas para siempre? Honeycomb Structureb Ultra Rubber es una sustancia que cubre el vidrio y lo hace irrompible.


Jack Hodgins. Botánico, entomolog, sex symbol,
según dice su mujer (Angela) y ahora inventor
Se llama la estructura alveolar. El uso de un patrón hexagonal teselado, crea una estructura con densidad mínima y las propiedades de alta compresión. En otras palabras, es barato y es fuerte. El siguiente paso fue encontrar el material perfecto. ¿Acero? Demasiado difícil. ¿Oro? Dulce, pero caro. El caucho de silicona, perfecto. Los grandes ángulos de enlace y siloxano (sil-OX-ane) backbone hacen de caucho de silicona de un polímero altamente flexible. El material elástico perfecto para cubrir el propio vidrio. Voila. No más cristales rotos.


Por ahora la Fox ha abierto una página "Squintstarter" para que se puedan formalizar compromisos de aportaciones de dinero para la producción del invento, necesita 20 millones de dólares y creo que ya van por diez y medio. El mismo explica por qué un tío sexy no puede financiar su propio proyecto. "Porque a este chico sexy le fue robado su dinero por un super villano psicópata con media cara". Necesita nuestra ayuda y hay que dársela, mejor que sea con nuestras aportaciones con las que se haga rico fabricanco un invento que al final puede redundar en beneficio de la humanidad que se juegue el sueldo al bingo para conseguir ese dinero. Con un adicto al juego en la familia ya tenemos suficiente.



Y además que así Angela podrá volver a París y convertirse de una vez por todas en una renombrada pintora.

El doctor agradece vuestra aportación 


martes, 28 de abril de 2015

Bones.La renovación para la 11ª Temporada es más que probable.


Aunque siempre he tenido claro que Bones sería renovada para la undécima temporada, nunca viene mal corroborar que los expertos estadounidenses coinciden con mi opinión. Anoche, un año más TVby Numbers publicó el resultado de sus predicciones sobre la cancelación /renovación de series para la temporada televisiva norteamericana 2015/2016 y como no podía ser de otra manera Bones figura entre las series cuya renovación está prevista. Y en el mismo sentido se pronuncia hoy Eonline

En realidad no debería ser noticia, puesto que desde que se empezó, allá por mediados de enero, a hablar del tema, quedó claro que Dana Walden, la copresidenta de la cadena Fox, estaba interesada en la renovación. El problema era el alto coste de la renovación de los contratos de David Boreanaz y Emily Deschanel y las duras negociaciones que están celebrando.


La actriz  ha dicho que seguiría, que a la serie le queda mucha vida y hasta ha hablado de una posible renovación por dos temporadas, David Boreanaz (que yo sepa) aún guarda silencio. Pero por muy duras que sean las negociaciones tienen una fecha límite, el 11 de mayo, como quien dice ya mismo. El lunes 11 de mayo está prevista la celebración de los Upfronts deFox  en el Beacon Theatre de Nueva York

¿Podría ocurrir que Fox anunciase la renovación de Bones sin que Emily Deschanel y David Boreanaz o uno de los dos haya firmado su nuevo contrato? No es muy plausible pero en el pasado ha ocurrido, precisamente la cadena CBS lo hizo hace dos años. Renovó Mentes Criminales sin que Thomas Gibson, el actor que interpreta al agente Aaron Hotchner, hubiera firmado el nuevo contrato (no lo hizo hasta semanas antes de empezar la producción de la siguiente temporada).  Artículos como el de Deadline. com en el que se habla, y se cita expresamente a Bones, en relación con la posibilidad de la renovación sin uno de los dos miembros de la pareja protagonista (siempre que no sea Bones, por el título), a pesar de parecer absurdos no dejan de producir cierto desasosiego. Sobre todo cuando oficialmente no hay más que silencio y más silencio.


Y ya deberíamos estar acostumbrados, casi todas las primaveras durante estos últimos diez años las fans de Bones las hemos vivido peligrosamente, casi siempre al borde del abismo bien por la renovación o bien por las tramas de la serie. El año pasado fue de los más tranquilos, Bones estaba renovada y Booth y Brennan luchaban contra “la conspiración”, el peligro acechaba pero juntos eran el doble de fuertes, lo superarían; pero como los dioses envidiosos no gustan de la alegría de los hombres y mucho menos de las fans de Bones, en este año de records, el 200, el 206… el 212 (la serie dramática de más larga duración del estudio 20Th Century Fox), el drama, por ahora, se nos presenta por partida doble. ¿Sobreviviremos? Por supuesto que sí.

La otra parte de la noticia es cuando, en qué día se emitirá Bones la próxima temporada. Con 5 pilotos ordenados de dramas y 7 comedias más una serie ya encargada, la ubicación de Bones en la programación de la Fox parece complicada. TvByNumbers no lo tiene muy claro, por una parte cree que Bones puede tener su oportunidad emitiéndose los jueves durante el hiato invernal de Empire (el gran éxito de Fox esta temporada), aunque añade que ese día y en ese intervalo también podrían emitirse las audiciones de American Idol. Pero ¿por qué complicarnos con el día y el cuándo? Por ahora mejor conformarnos con la renovación que aunque los expertos han hablado, seguro, seguro no hay nada hasta que no lo haga Dana Walden.

Habrá que esperar y sufrir. Keep safe Booth, Keep safe Bones.

lunes, 27 de abril de 2015

Bones. 4 Vídeos y promo The Big Beef at the Royal Diner (10.16)


Y empezamos con los vídeos conmemorativos del récord de Bones, 206 espisodios, quién se lo iba a decir cuando empezaron que los deseos se podían convertir en realidad... el doctor Hodgins le "da" a Angela 20 millones de dólares y algo en que pensar. Christine y Booth tienen una canción sobre los huesos que no gusta mucho a Brennan y en el Diner..., en el diner puede haber ocurrido algunas cosas...


VÍDEO 














PROMO


domingo, 26 de abril de 2015

Bones. Reseña The Eye in the Sky (10.15). Traición a Booth.


Nunca es más grande Bones que cuando “El todo es la suma de las partes”, cuando las relaciones, el carácter de los personajes se ven afectados por el crimen de la semana. The Eye in the Sky, quedará en la intrahistoria de la serie como uno de sus grandes episodios, uno en el que tanto el guion, la producción, la puesta en escena, la interpretación (impresionante los sutiles cambios de registro de David Boreanaz) y hasta las metáforas (qué si no una metáfora, es el nuevo invento del doctor Hodgins, una alfombra que impide que el cristal se rompa, que los corazones salten en añicos) sirven a un mismo propósito. La transformación de un hombre de honor, integro, valiente, sincero y leal en un adicto manipulador y mentiroso. Algunos jalean el giro argumental, lo llaman correr riesgos, otros comedidos subir de nivel, otros… simplemente traición.


Estábamos avisados, desde que comenzó el 2015 en todas las entrevistas tanto Stephen Nathan, como Emily Deschanel y David Boreanaz hablaban de la recaída de Booth en la adicción al juego; pero porque Bones es Bones y no se caracteriza por la verosimilitud ni la profundidad de sus tramas, nadie estaba preparado para asistir a una transformación tan verídica, cruda y siniestra. Siniestra, sí; porque no es lo mismo que te cuenten que alguien va a recaer en un vicio que ver a un adicto saboreando, paladeando la sobredosis de adrenalina que el mero hecho de oír hablar de una partida y las posibles ganancias le provoca.



Verle mentir y sonreír, hacer promesas vanas, protestar ante las advertencias, hablar con palabras de razón sobre las causas y las culpas "Soy yo" y al mismo tiempo verle disfrutar hundiéndose un poco más en ella, verle culpabilizar a los otros por su desconfianza mientras les da la espalda para traicionarlos. Y de tanta abyección nos han convertido en testigos de cargo. La traición, la suya y la nuestra se ha consumado. No sólo hemos perdido a Booth sino que por ello les felicitamos.
  


 Pero vayamos al principio, y el principio fue como nunca se había visto antes en Bones, divertido, en realidad traidor, porque distrajo nuestra atención con una esperanza. “La esperanza es el señuelo que nos impide mirar la realidad”, dijo una vez la condesa viuda de Grantham. Y la alegría por el embarazo nos impidió prevenirnos ante la euforia desatada de Booth;  está exultante, —sobreactuado—, dijeron algunos cuando se vieron las imágenes por primera vez y no era cierto. Booth estaba recibiendo una sobredosis de dopamina. Impaciente, deambula por el dormitorio persiguiendo no se sabe muy bien qué; sí, orgulloso, el cuándo se produjo la concepción; “En el suelo de la cocina, la noche de la botella de Brunello” (si allí fue, debió ser una noche memorable).


En vano Brennan intenta explicarle que cuando se tiene una vida sexual tan intensa como la de ellos es imposible determinarlo.  “Es verdad, es verdad”, se pavonea. Y cuando por fin la noticia se confirma no sólo da volteretas sobre la cama como si de un crío pequeño se tratara, sino que de inmediato concibe planes, tienen que preparar la habitación del bebe, decírselo… Brennan le detiene. Mejor guardar por un tiempo el secreto. 

Qué diferente del Booth que apenas acertaba a sonreír a Caroline Julian cuando le proponía abandonar a su bonita doctora y huir con ella, en “The Teacher in the Books” 



Sin embargo a ambos, la felicidad les nubla los buenos propósitos. Booth llega a la escena del crimen (de la que protector ha excluido a Brennan) cargado de cafés para el personal,  y se permite bromear con Jessica, la interna, e incluso al doctor Hodgins, al chico de los bichos, normalmente objetivo de sus pullas, no para de hacerle elogios, ahora es el número uno de su libro. Tantos que el nuevo mohicano se mosquea de su actitud. Y lo mismo ocurre con Brennan en el laboratorio, en vez de corregir las intuiciones de Jessica, las festeja. Cam está intrigadísima,  y es Angela quien cogiendo a Brennan aparte le desvela con un simple abrazo el secreto tan mal oculto.

Un cadáver ha aparecido destrozado en una trituradora industrial, junto con sus despezados restos aparece la tarjeta de su móvil, con eso, un poco de polvo y  los trabajos de aguja y masaje de la doctora Frankestein,  Angela descubre no sólo su identidad sino que se trataba de Jeff Dover, un adicto al póquer. Cuando Aubrey va a su lugar de trabajo le cuentan que poco antes de desaparecer había discutido con un compañero de trabajo.


 Y es ahí, justo en la sala de interrogatorios, cuando el compañero de trabajo les habla de las partidas con grandes apuestas en las que Jeff participaba, que le debía dinero y la noche anterior le había mandado un mensaje anunciándole que acababa de ganar 28.000 dólares, cuando Booth traiciona por primera vez a Booth, cuando el adicto toma el control de su vida. A pesar del dolor es digno de verle saltar literalmente de su silla. Ya ahí, de no estar advertidos, se habría podido descubrir que sus diez años de abstinencia desaparecerían, como desaparecen, entre un rascado y un gran suspiro. 


A partir de esa escena a nadie escucha, ante nadie cede, encastillado en su fortaleza, ni a Aubrey ni mucho menos Brennan, que inermes, ante su decisión de acudir de incógnito a la timba dónde la victima jugaba (ya que no han aparecido el dinero junto con los restos, alguien de la partida debió matarlo). Y ahí es dónde debe estar él. En la partida todos mienten, él es el único que conoce su lenguaje, él, el único que puede atrapar al asesino. Y nada le importa que tanto uno como otra esgriman para convencerle como suprema fuente de autoridad los escritos del doctor Sweets, para evitar la tentación. “Te han disparado, te han encarcelado, tu mejor amigo ha muerto entre tus brazos, no estás bien”, le advierte Aubrey”.



 Y el adicto responde a Brennan en el diner:

"Voy a estar bien. Mi padrino está a tan sólo una llamada de distancia. Puedo manejar estoJugué en el pasado porque mi vida era un desastre,  un completo desastre, vamos, ahora te tengo a ti, tengo Christine, tengo a Parker, tendremos al chiquitín que viene de camino... no puedo tirarlo todo por la borda por una partida de póquer".



Luego le presente a su corredor de apuestas, y por primera vez le oímos decir "Temperance Brennan, mi mujer". Y a partir de ahí como si el espíritu de la víctima se hubiera encarnado en él mientras contemplaba la medalla de Jugadores Anónimos que encontraron entre sus restos y que representa, como la que él tiene, su lucha por vencer la adicción, lucha perdida por el trauma y la culpabilidad de sobrevivir al accidente en el que murieron su esposa y su hijo, Booth, un hombre que lo tenía todo para ser feliz, que no tenía ninguna necesidad de jugarse su maravillosa vida, la apuesta, aparentemente por un bien mayor, atrapar a un asesino "Cómo no iba a hacerlo por temor a recaer" y como no podía ser de otra manera, la pierde.


Aunque llegue a su casa eufórico y a deshora, chuleando sus doce mil dólares de ganancia. Contraatacando a Brennan cuando le dice que cualquier cambio emocional, incluso bueno puede llevarle a una recaída. “¿Esa es toda la fe que tienes en mí”. “No, es cuanto te amo”, le responde ella. Pero eso ya no le es suficiente. Ya no es Booth, es Angelus.



Y cómo contar lo que sucede en la última y definitiva partida, cuando las apuestas están hechas, las fichas con miles de dólares sobre la mesa, tienes buenas cartas y cuando descubren la última te sabes ganador. Cómo contar lo que pasa en esos instantes por el corazón y la cabeza de Booth debatiéndose entre el deber y la adicción. Ya sabe quién es el asesino, los del Jeffersonian, azuzados por Aubrey y una temerosa Brennan han trabajado contra reloj, para que Booth abandone la partida, para que Booth salga indemne.

Y la metáfora no puede ser otra, el asesino es un buen hombre, como todos los que estaban alrededor de la mesa. Un hombre al que el juego había arrebatado, casa, hijo y esposa, que necesitaba los 28.000 dólares para recuperar su casa, un buen hombre sí, pero que mató a Jeff Dover metiéndole el bate de beisbol por la garganta. Hodgins, Angela, Cam, han completado las pruebas. El mensaje le llega a Booth.




Lo sabe, sabe quién es el asesino, sólo tiene que hacer su trabajo, y aún así sigue pendiente de la mesa, y aún así mira las cartas. Las imágenes son tensas, incómodas, la interpretación de David Boreanaz inquietante; mis palabras para describirlas tan impotentes como Brennan, Aubrey y los de Jeffersonian que contemplan la partida en directo a través del “ojo del cielo”, la cámara cenital sobre la mesa de juego; incrédulos, preguntándose por qué no actúa, por qué no detiene al asesino. “Es un adicto”, dice una dolorosa Brennan.
  


 

En casos como este mejor ceder la palabra al hombre que, adicto él mismo al juego, mejor que nadie ha descrito lo que en esos instantes siente Booth, lo hizo en su novela El Jugador y se llamaba Fiodor Dostoievski


Realmente habríase dicho que me impulsaba el Destino. En una especie de angustia febril, dejé todo el dinero sobre el rojo… y de pronto volví en mí. Fue la única vez durante aquella noche en que el terror me heló, manifestándose por un temblor de mis manos y mis pies. Con horror me di cuenta, en un momento de lucidez, de lo que hubiese significado para mí perder en aquel instante. ¡Toda mi vida estaba en juego!”.


La de Booth también, y el viejo Booth aparentemente gana. Tira su placa sobre la mesa y detiene al culpable.


 En el Jeffersonian, Brennan respira y sonríe, su hombre vuelve con ella.



Y vuelve, realmente vuelve y le prepara sus tortitas y su brócoli, con kétchup porque está embarazada y estamos de antojos, y ríen y discuten cuándo decirle a Christine lo del niño, “Cuando vea que tu cuerpo está cambiando se lo va a imaginar”, dice Booth, “Entonces le diremos que va a convertirse en hermana mayor”, responde Brennan. Y se sorprenden, cuando  Christine a sus espaldas, porque les ha oído, les pregunta “¿Voy a ser hermana mayor?”


Una escena doméstica como las de tantas otras noches, más feliz si cabe que otras noches para Brennan, está embarazada y han superado una de las mayores crisis a la que como pareja se han enfrentado. Todo marcha bien… sólo que suena el teléfono.  Y mientras ella coge en brazos a su hija Booth mirando el móvil dice, “Es una llamada de mi padrino”.


Y Brennan, ajena, confiada, conserva una noche más la esperanza y la fe en su marido porque Booth como un Yago cualquiera le da la espalda cuando responde a Jason, su corredor de apuestas. Sin embargo, nosotros no tenemos tanta suerte, porque frente a la cámara, retándonos, Booth dice "Necesito apostar doscientos dólares a los Cardinals”. 


Ya lo advirtió Stephen Nathan cuando pidió que nos abrocháramos los cinturones porque todo comenzaba esta noche. Y es cierto. Con The Eye in the Sky se acabó la serie amable, "la que juntó amado con amada, amada en el amado transformada" (si se me permite la frivolidad de parafrasear aquí a San Juan de la Cruz) y comienza una nueva Bones que inevitablemente altera el valor, la perspectiva, de lo que nos han contado durante los últimos nueve años.  



Y aunque en Bones no todos los hechos tienen consecuencias y algunas cosas simplemente suceden porque sí; no puede ser que tamaño crimen contra Booth y por ende contra Brennan, contra la serie conocida, contra los fans, contra las Penelopes descarriadas a las que tantas horas el lanzador de cuchillos acompañó en la sala de espera de la estación, quede en una mera ocurrencia para incrementar el suspense de un final de temporada, y mucho menos de serie, ahora es imprescindible, ya que nunca recuperaremos al viejo Booth, ya que nada volverá a ser tan inocente como era, que tanta traición tenga al menos un honorable propósito.

¿Lo tendrá? ¿Cuál creéis que puede ser?





PP. Se me olvidaba. Sufráis lo que sufráis, os hayan roto el corazón o sólo os lo hayan aplastado, sonreíd. No mostréis vuestras lágrimas a los dioses de Bones. Son dioses, se alimentan con el humo de nuestro sacrificio y si no recordad lo que dijo Stephen Nathan tras la muerte del doctor Sweets cuando le pidieron unas palabras para los fans: “Me gustaría simplemente decir siento que usted esté sufriendo, pero esa fue nuestra intención.”  


sábado, 25 de abril de 2015

Bones. Momento Gorgonzola.


Es la escena final del episodio Intern in the Incinerator (3.06). En los tiempos oscuros de Gormogon, una becaria había sido asesinada en el Jeffersonian, Brennan y los cerebritos culpaban de la muerte al asesino canival. Finalmente el culpable resultó ser uno de los doctores que trabajaban en el museo.

En la semipenumbra del despacho de Booth en el FBI, él y Brennan celebran que han cerrado el caso bebiendo chupitos de scott en vasos de papel, ella está triste y Booth con su innata capacidad para leerle el pensamiento le dice mientras le sirve otro vaso: 


- Venga, no te lo tomes tan a pecho.
- No me lo tomo tan apecho -protesta Brennan-. ¿Qué somos rusos?


- ¡Nostrovia! -brinda Booth. Ambos beben, dejan los vasos sobre la mesa, los golpean con el puño y los aplastan-. Y te diré otra cosa -continúa Booth-, lo que te sienta mal es el hecho de que ha sucedido en tu casa.


- No es mi casa -protesta Brennan.
- No donde duermes, si no tu sitio favorito. El templo de la razón, el Jeffersonian.


- !Bah! No es mi sitio favorito -repite Brennan.
- Sí que lo es -insiste Booth.
- ¡Qué! ¿Cómo lo sabes...?


- Tulipán, Margarita, Jupiter -y Booth enumera las claves de acceso que ha ido adivinándole durante el episodio-. Y te diré otra cosa -añade mientras le sirve otra copa-. Esperabas que fuera GORGONZOLA.



- ¡GORMOGON! -le corrige Brennan, bebiéndose el chupito de un trago, aplastando el vaso con el puño.
- ¡Ah! ¡Lo admites! -salta de inmediato Booth, golpeando el suyo y sorprendiéndola.
- Por accidente... -protesta Brennan-. Eso no cuenta.


- -insiste, Booth-. Todos los cientificos, los empollones y los cerebrines querían que fuera el asesino en serie para que no fuese uno de ellos.
- ¿De ellos?
- Vosotros -le contesta Booth.
-¿Qué...?
- Uno de vosotros. Os ofendía que fuera uno de vosotros.


- ¿Sabes qué? -pregunta Brennan después de pensar detenidamente lo que acaba de decirle Booth.- Sí que me ofende.
- Acabo de decírtelo.
- Me ofende porque...-Brennan intenta explicarse pero no encuentra las palabras -porque...


- Te ha traicionado un amigo -termina la frase Booth.


- -acepta Brennan. Y entonces le hace la pregunta que nos ha traído hasta aquí, hasta The Eye in the Sky- ¿Tú vas a traicionarme?



- No -contesta categórico Booth moviendo la cabeza de un lado para otro, para luego sonreír.


- Aún así tendré los ojos bien abiertos -le asegura.
- ¿Crees que podrás? -le pregunta Booth sirviéndole otra copa.- Por GORGONZOLA- brinda Booth.



- ¡GORMOGON! -le corrige una vez más Brennan, pero cuando va a golpear el vaso falla.


Sólo una cosa más, unas declaraciones de Stephen Nathan del principio de la Décima temporada: "Si el programa fuera siempre igual no creo que estuviésemos en décimo año. Un espectáculo tiene que cambiar y evolucionar. A veces el cambio es doloroso, pero eso no significa que no sea bueno o correcto".

¿Lo es el propuesto en The Eye in the Sky?



PP. Las captura de pantalla no son mías, pertenecen a Sarah Seels y a su blog Bones Theory, las he utilizado porque me parece que justo este es el momento de sacarlas de nuevo a relucir.