miércoles, 30 de abril de 2014

BLACK BOX. La doctora baila sola.

“— ¿Cómo definirías normal, Catherine?” —pregunta una voz en off a la mujer del póster.No sé lo que significa “normal” —contesta.

Así comienza Black Box, la nueva serie de "médicos" que la cadena ABC estrenó el pasado jueves 24 de abril en sustitución de Scandal. Serán trece episodios que por lo sucedido en el estreno, no parece que vayan a hacerle sombra a la "sátira política" de Shonda Rhimes. Sus números 1,4 de share y 6,8 millones de espectadores.



Black Box, creada por Amy Holden Jones (Beethoven, Mystic Pizza) y producida por Bryan Singer (House, X-Men) cuenta la historia de la "neurociéntifica" Catherine Black, a la que interpreta la actriz británica Kelly Reilly (Vuelo, Orgullo y Prejuicio 2005). Catherine no es "normal", ni quiere serlo, es, a pesar de su juventud, una eminencia mundial, "el Marco Polo" del estudio y tratamiento de los trastornos del cerebro. Pero también es una persona con muchos secretos, el más importante: padece un trastorno bipolar.


El "intenso piloto" está principalmente dedicado a presentar a la doctora Black. Trabaja con enfermos mentales y estudia lo que según ella es el gran misterio a descubrir, la tierra ignota a conquistar en el Siglo XXI, "el cerebro humano". Soltera, hija de una mujer que se suicidó porque padecía un trastorno bipolar; cuando comienza la historia, su mayor conflicto es que su novio, interpretado por David Ajala, acaba de pedirle que se case con él después de un año de relaciones. Ella vacila. No quiere convertirse en su madre.



Y para que no quepa duda de lo "extraordinaria" que es, lo difícil que tiene parecerse a su madre, ama de casa divorciada con dos hijos, la doctora Black no sólo ha heredado el trastorno bipolar sino que es adicta a él. Al subidón que siente cuando se encuentra en la cresta de la ola, cuando tras tirar sus medicinas por el retrete, abandona la normalidad y se convierte en el genio al que todo el mundo aplaude.




Las consecuencias, que "baila sola" y no sólo metafóricamente. De puntillas en la barandilla de la terraza de su apartamento, se transforma en ángel”, vuela sobre la noche mojada de Nueva York y no se estrella. El subidón la lleva a hacer "cosas malas", pero no tan cutres como robar en una tienda de licores o jugar a la petanca en Central Park con los abuelitos. No, lasciva y concupiscente, se tira a todo aquel que se pone a su alcance y, por ahora, lleve pantalones. Eso sí, trastornada o no, les deja la cartera a mano para que se cobren.



Luego la brillante doctora atiende el caritativo deber de arrancar de los demás "el vicio" que con tanto deleite ella disfruta sanando o no a sus pacientes. Su entrega es total, menos el tiempo que le dedica a bailar la música de jazz que suena en su cabeza, a asistir a los partidos de baloncesto de su "sobrina", a las sesiones con su terapeuta a la que interpreta Vanessa Redgrave, a acostarse con su novio y con el nuevo cirujano del hospital. Agotador. A todo eso, nadie, más que su familia conoce el secreto.




Que ya en el piloto esta brillante, hermosa y sofisticada mujer esté dispuesta a suicidarse porque nadie la quiera, da la medida de la "intensidad y seriedad" de la trama. Que antes de hacerlo llame a su mamá-psiquiatra para que le cuente el cuento de la niña buena da sentido a los números de audiencia.

Tal vez en los próximos episodios traten casos interesantes de personas mentalmente enfermas, de los misterios del cerebro; pero los del piloto, un científico que de repente se vuelve artista y una anciana que tiene una amigo invisible enano, sólo sirven a la mayor gloria de la omnipresente y agotadora doctora Catherine Black.



Una pregunta ¿por qué será que desde que acabara House (2012), la mayoría de las series de médicos que se han estrenado: Mob Doctor (2013), Monday Mornings (2013),  Perception (2012) Emily Owens MD (2013) han terminado fracasando?
  







lunes, 28 de abril de 2014

BONES (FAN-FICCIÓN) La Antropóloga, el Agente y la Presidenta VI

CAPÍTULO VI
EL CIELO NO PUEDE ESPERAR

(En recuerdo de Vanesa, la primera y más fiel seguidora del blog, por quien el cielo no pudo esperar).

Aunque siempre había sido fan de Led Zeppelin y le gustaban las canciones tristes, el Begin the Beguine de Frank Sinatra que repetía una y otra vez el hilo musical de la sala de interrogatorios había acabado agarrándole el corazón, tal vez por aquello de “cuando me susurras una vez más “Cariño, te quiero” sé cómo es el cielo en el que estamos”. ¡La echaba tanto de menos!

No se encontraba en el cielo, seguro. No lo estaría hasta que le permitieran salir de allí y volver con ellas. No pretendía ofender a Dios, pero no tenía ninguna prisa por alcanzar la gloria. Era feliz. Y se extrañó, no debería de serlo. Si Bones apareciera por allí le diría que estaba siendo víctima de una sobredosis de oxitocina, la hormona del amor y sólo con pensar en ella repitiéndoselo se le escapó una lágrima de felicidad. 

Y no debería sentirse feliz, después de todo había perdido la batalla. No había salvado a Hannah, le habían disparado y Broadsky había escapado. Una derrota sin paliativos. Debería estar hirviendo de ira, bufando contra los cabezas cuadradas que le mantenían allí y le obligaban a contestar una y otra vez las mismas preguntas. Deberían andar buscándole en lugar de interrogarle a él. Si hasta había empezado a sacarles parecidos, él último que había pasado por la sala era clavadito a Sully, el ex novio de Bones perdido con su barco en el mar.


Si hasta le había dicho con su voz pausada—. No deberías quejarte por que insistamos tanto, dos manos más nunca vienen mal.— Y era como estar oyendo al viejo Sully. Aunque luego, tal vez celoso, había añadido sarcástico
— Eres un gran observador, Booth, posees un gran instinto ¿cómo, consentiste que la situación se te escapara de las manos? ¿Por qué acudiste a la cita? ¿Temperance ya no te es suficiente?
— ¿Qué?, ¿Qué?
Broadsky  nunca estuvo allí, Seeley. En la casa no hay ninguna evidencia de su presencia.
— Él la mató, intenté impedírselo, lo juro por Dios que lo intenté —se defendió. 


— No le creo, agente Booth, es usted demasiado arrogante para consentir que nadie le arrebate el arma. Le conozco, sé todo lo que el doctor Sweets ha escrito sobre usted, su única intención al acudir a la cita era que Temperance no averiguase su aventura con Hannah.
¿Pelant? —Santa Madre de Dios, debía estar volviéndose loco. Pelant ardía en el infierno, que pintaba en aquella sala de interrogatorios.
¿Agente Booth? Conteste a mi pregunta —insistió el cabeza cuadrada. Le habían drogado, tal vez cuando le curaron la herida del pecho le habían dado algún sedante que le hacía alucinar, porque estaba alucinando, tenía a Pelant frente a él con su sonrisa inocente, con su mirada diabólica.
—La mataste a ella como me mataste a mí, obstáculos entre tú y Temperance.


Tal vez en otras circunstancias le habría saltado al cuello, le había mordido la yugular se habría bebido su sangre, pero extrañamente ni siquiera se sentía ofendido, un poco confuso tal vez. Nada de lo que decían los cabezas cuadradas o las alucinaciones resistiría una investigación seria. Pelant no era real. Él lo había matado. Había visto su cuerpo envuelto en el sudario ardiendo entre las llamas.
— Es usted uno de los nuestros, agente Booth, ¿por qué se extraña ante el comité de bienvenida? 


¿Epps?
—  No hay que hacer ninguna búsqueda booleana para descubrir sus intenciones. Su ex amante le amenazó con contar la relación adúltera que mantenían desde hacía meses, el aborto al que le había obligado a someterse para librarse del fruto de esa pecaminosa relación. ¡Un aborto, agente! ¿No es usted creyente?
— No es cierto, no es cierto—protestó a media voz, sin fuerza, no entendían nada—. Fui porque me dijo que iba a suicidarse. No mantenía ninguna relación con Hannah, mi esposa lo sabía. Se lo juro, Hannah jamás abortó ningún hijo mío. Nadie ha abortado ningún hijo mío. Ustedes mejor que nadie deberían saberlo. ¿Cómo es posible que no lo sepan? —Gritó dirigiéndose al cielo raso.
No estamos aquí para discutir nuestra base de datos, sargento —y ya no era Epps, ni Sully, ni Pelant quien estaba frente a él, sino el cabo Parker — Es la mejor, se lo aseguro. Tenía que ver el interface que se gastan. ¿Por qué acudió a la cita? ¿No era feliz con su mujer y su hijita?


Se lo debía. No me acordaba de ella, Teddy, cómo podía hacerlo. Era feliz, soy feliz, Temperance es la mejor mujer del mundo. La amo. Moriría por ella y por Christine. Nunca, nunca le haría daño. Hace unos meses me encontré con Hannah al salir de la oficina, me esperaba. Y te confieso que me alegré de verla, me pareció tan hermosa como siempre aunque un poco desgastada, el tiempo no había sido misericordioso con ella.
— No debería mirar el pasado, sargento. Estoy aquí para ayudarle, el pasado es pasado.
—Tú no puedes saberlo, llevas muerto veinte años. Pero esa mujer me devolvió la esperanza cuando Bones me rechazó.
— Jo, sargento, ¿llama a su mujer, Bones? Eso es peor que llamar a un niño Sebastian.
— Me propuso tomar un café juntos y acepté. Era como reencontrarme con una vieja amiga. 


— Pero ella  no quería ser su amiga. ¿Verdad, sargento?
— No. Me echó a los brazos al cuello y me  besó, me besó como una hambrienta. Pero te juro que la alejé de mí. La aparté y se rio. Se rio y a mí me entraron escalofríos al oír su risa rota. Iba ciega, cabo. La mujer a la que amé bajo las balas y la fragancia de una higuera había desaparecido. Un alien gastado la ocupaba. “No puedes rechazarme, Seeley“, me dijo, y en su voz sonaba la amenaza.
— La mujer murió de un disparo en el cuello, agente. Según balística la bala salió de su pistola. ¿Por qué no cuenta la verdad y así acabamos de una vez?


El subdirector Cullen había sido un gran jefe, era un buen investigador al que la muerte de su hija apartó de la cumbre del FBI, al que un piadoso cáncer acabó arrancándolo de una vida mísera de dolor y perdida. Era la última trampa. Sabían que no les mentía, aunque las pruebas materiales les ayudaran a encubrir su mierda. La habían cagado. Broadsky se les había escapado y había matado a Hannah, mejor echar la culpa de la muerte a una pelea de amantes que descubrir al país entero la corrupción del sistema federal de prisiones que le permitió urdir su venganza…
Broadsky me arrebató la pistola y le disparó. No pude impedirlo. Me golpeó en la sien, perdí el sentido —le explicó.
A usted, un héroe, sargento mayor de los Rangers, condecorado, agente del FBI con un noventa y siete por ciento de puntuación en las pruebas de aptitud, ¿un prisionero recién escapado le arrebata la pistola? ¿De verdad piensa que íbamos a tragarnos el cuento, después de lo que han encontrado en el teléfono de la mujer y en su ordenador? ¿Por qué un hombre que va a ser ejecutado al cabo de tres meses se escapa y en vez de poner tierra por medio decide vengarse del agente que lo encerró?


— Odio y venganza, señor. Él la reclutó.
— “Ya no soy la inocente muchachita prendada del héroe que la salvó en medio de las balas. Ahora te conozco. Sé quién eres” —le había dicho Hannah mirándole con las pupilas dilatadas—. Me mentiste, soldado. Dijiste que no disparabas a matar y tienes más de cincuenta muescas en la culata de tu rifle. Nadie mata a cincuenta persona y sigue siendo bueno, Seeley. Nadie. Eres un asesino, pero tan sexy, estás bueno, aún tienes ese pecho, esos brazos —insistió toqueteándole— él retrocedió, pero Hannah le persiguió acorralándole contra la pared del diner.— Te necesito, soldado y tú me vas a satisfacer. Porque te tengo pillado, Seeley —y volvió a soltar la carcajada—. Tuya es la decisión. O vuelves conmigo o contaré tu historia. La del francotirador que disfrutaba matando. Tu hijo la encontrará instructiva.
— No lo harás. No te atreverás —le había contestado más sorprendido que enfadado.
— ¿Me amenazas?
Y entonces lo dijo: “Olvídate de mis hijos, me oyes, si les haces o dices algo te mataré. Me oyes, Hannah, te mataré.


— Déjalo ya, hijo. Las bases están llenas. Game is over.
— ¿Papá?
— Nadie te cree, Seeley.
— No la volví a ver hasta esta mañana, papá. Bones lo sabía, no le conté lo de las amenazas por que Hannah no hablaba por su boca sino por la de la reina blanca. Me llamaba, al principio cada dos o tres días, últimamente a diario. Te aseguro que sólo una vez intenté verla. Fui a su hotel, quería que entrase en un centro de desintoxicación, le había conseguido plaza. Pero no la encontré.
¿Cómo escapaste de Broadsky, Seeley? ¿No lo sabes, verdad? Acéptalo, el juego ha concluido.
— Sorprendiéndole, cómo si no. Cuando le dije que jamás me arrebataría el arma, levanté el puño y se lo planté en la cara. Se tambaleó, pero no conseguí derribarlo. Me golpeó en la cabeza y entonces…
— Y te quitó la pistola, disparó a la mujer y…
Y por un instante la vieja cicatriz supuró la pus de la vergüenza. Si el juego había concluido, él era el perdedor.


— Recuerda, Seeley, la ira engendra ira, la ira, venganza, la venganza, odio y el odio, dolor. Yo no te crié para que fueras un perdedor, ni un mal hombre. Yo te crié para ser un héroe, un hombre bondadoso que no mira por sí mismo sino por lo demás. No lo olvides ahora, renacuajo. “¡Señor, conviérteme en instrumento de tu paz! Allí dónde haya odio permíteme sembrar amor, dónde haya daño, perdón; dónde haya desesperación, esperanza;  dónde haya oscuridad, luz;  dónde haya guerra, paz, allí dónde hay tristeza, alegría. ¡Oh, Señor! Concédeme no tanto buscar el consuelo como consolar, ser comprendido como comprender, ser amado como amar, porque cuando damos recibimos; cuando perdonamos somos perdonados; y cuando morimos nacemos a la luz eterna…”
— ¿Entonces, él me disparó?
— Hijo mío, toda muerte al final ha de ser conforme a nuestra vida. Nadie se transforma para morir. Recuerdas “Quien a hierro mata a hierro muere”. Tú has sido un buen hombre, un buen hombre equivocado en casi todas tus decisiones. Tú culpa es mi culpa. Por eso estoy aquí. Hijo, para ayudarte aceptar que toda muerte es un principio… 


— Te equivocas, abuelo, te equivocas. No puedo morir, no debo morir sin dignidad. No estoy muerto. Esto es una alucinación, me drogaron como cuando la enterradora me encerró en el barco y el fantasma del cabo Parker me ayudó a escapar de la trampa. Lo he visto ¿sabes? Y  a ti, y a papá y a Pelant. Estáis muertos. No hay ninguna luz. Tú no estás aquí.
— ¿Quién sabe si vivir es lo que llamamos morir y si morir no es vivir?
— Déjate de filosofías, abuelo. Morir, no es vivir. No es vivir con Bones, ni con Christine. Morir es dejarlas solas. Rotas, sin campeón que las defienda. Morir es desaparecer en el viento. Volver a ser polvo. Perderlas. ¿Sabes lo que en este momento está sufriendo? La habrán informado del tiroteo, de la muerte de Hannah, andará buscándome desesperada… Tú la conoces, abuelo, sin mí Bones morirá de soledad. Tienes que dejarme volver, pídeselo a quien sea, abuelo… me lo deben.


— ¿No creerá, agente Booth, que existe una especie de balance existencial? La muerte nos libera de todas nuestras obligaciones.
—No con ella, no con Bones, subdirector. Me necesita. Dios la necesita. No pueden dejarla morir.
— ¡De qué te ensoberbeces, hombre equivocado! Polvo y cenizas somos todos cuando perdemos la luz divina. La vida y la muerte se confunden. Su esposa por su profesión lo sabe bien. Lo aceptará.
— Se equivoca. Ella me ama, no ha amado a nadie más que a mí y ahora a nuestra hija. Yo la alimento, la protejo, soy su hogar. Si ahora la abandono se le romperá el corazón, se encerrará en su mundo de racionalidad y una de las criaturas más puras y hermosas de Dios se convertirá en sombra.
— Hombre enamorado. Lo que en realidad ocurrirá y Temperance, lo sabe, renacuajo, será que sus receptores de oxitocina dejarán de percibir su dosis. Vivirá, el amor no es imprescindible para la vida.



— Es usted un hombre violento, agente Booth, lleva la violencia en el alma. No es su culpa, usted es también víctima. ¿Es consciente de que nos está pidiendo un milagro? ¿Por qué tendríamos que dejarle volver con su familia, para repetir otra vez la misma historia?
— No… no. No es por mí, es por ellas.
— Su esposa, agente, guarda en su alma un rescoldo de violencia, en realidad es muy parecida a usted, pero al contrario que usted desconoce la obra de Dios.  ¿Por qué habría de obrar Dios una gracia por alguien que no cree en él?
Christine.
— Sí, eso es, abuelo, mi hija. Ella fue un milagro de Dios. ¿Verdad? El me la dio para que la cuidase y la amase, es la prueba de mi redención.
— Subdirector, está escrito que Christine Angela Booth Brennan salvará de la muerte a millones de personas. La doctora Brennan es una mujer frágil, tal vez el horror del crimen la lleve a la venganza. ¿No cree que deberíamos impedirlo? ¿Qué el cielo puede esperar por Seeley?


— ¿Venganza? No, no…, abuelo, Bones no puede echar a perder su vida buscando a Broadsky, la convertiría en una perdedora. Christine sería una perdedora.
— Sí se le concediese la gracia de volver, agente ¿sería capaz de hacerle comprender todo el horror que sobre ella desencadenaría? La ayudaría a odiar tanto su muerte que  terminase odiando toda réplica de la misma
Sí regresase no cabría la venganza ¿no cree, usted?
— No, agente Booth. Debe aceptar lo que ha sucedido. Usted no escapó, esto no es una sala de interrogatorios del FBI.
— Entonces, ¿qué seré? ¿Un fantasma, un ángel? ¿Volvería para ganarme las alas?
Agente Booth, esto tampoco es una maldita película de Frank Capra. Los ángeles no tienen alas.
— Y ya que lo dice, tampoco sexo—y de repente Booth comprendió lo que le experaba—. ¿Ni sexo?
— Ni sexo, agente.
— ¡Santa Madre de Dios! Bones  no lo soportará


— Lo soportará, Seeley, te ama. No rechaces la gracia de Dios, renacuajo. Corre y vuelve con ellas. Ahí llega el ascensor.

— Hey, Booth, ¿eres tú, verdad? El de Bones. Soy Vanesa.
— Encantado, Vanesa… ¿tú…?
— Sí, el sábado de madrugada. Me dormí  y no desperté.
— ¿También regresas?
— No, yo me quedo aquí, demasiado dolor, sabes. No parece que vaya a ser tan malo, ¡te he conocido! era una de mis ilusiones ¿puedo darte un abrazo?
— Te lo daré yo.
—Se feliz, Booth
— Lo intentaré, Vanesa, aunque sin sexo…, no sé… Descansa tú.
— Lo haré, estoy en la Gloria.

viernes, 25 de abril de 2014

GRACEPOINT. Primeras fotos de los protagonistas


Tvline ha publicado las primeras e inquietantes fotos, distribuidas por la cadena Fox, de Anna Gunn y David Tennant protagonistas de Gracepoint, adaptación en diez episodios de la serie británica Broadchurch.

En Gracepoint Anna Gunn (Breaking Bad) es la detective Ellie Miller, papel que en Broadchurch interpretara Olivia Colman y David Tennant (Doctor Who, Broadchurch) es su compañero el detective Emmett Carver (diferente nombre y mismo personaje), ambos son los encargados de investigar el asesinato de un niño de la localidad que aparece muerto en la playa.


Broadchurch, estrenada en 2013 por la cadena ITV, contaba magistralmente la descomposición que produce tanto en las relaciones familiares como en las de una pequeña comunidad la investigación del asesinato de un niño. El desastre al que se llega cuando todos, vecinos y familiares, resultan sospechosos y se lanzan acusaciones falsas contra quienes resultan diferentes.

También intervienen entre otros: Nick Nolte (Luck, Hombre Rico, Hombre Pobre) quien interpreta a Jack Reinhold, un hombre terco y solitario que vive en Gracepoint desde hace veinte años regentando su propio negocio en la playa de alquiler de kayaks y es el encargado del programa de observación de la fauna local en el que participa el niño asesinado al principio de la historia. Josh Hamilton (American Horror Story: Coven) quien interpreta a Joe Miller; Virginia Kull (Boardwalk Empire) y Michel Peña (The Shield, American Dad)  a Bet y Marcos los padres del niño asesinado y Kevin Zegers (Gossip Girls) quien interpreta a Owen Burke a un periodista de la localidad.



De la adaptación son responsables como productores ejecutivos los británicos Chris Chinbnall, el creador de Broadchurch, y James Strong. El rodaje de la serie comenzó en el mes de enero de 2014 y ha tenido como localización principal Oak Bay en la Columbia Británica. 

martes, 22 de abril de 2014

BONES. The Nail in the Coffin. El poder, las serpientes y sus nidos.


Bien, The Ghost Killer está muerta, desde que Booth acabara con Pelant en The Sense in the Sacrifice (9x04), su sombra ha planeado sobre Brennan. En el episodio The Ghost in the Killer (9x12) nos la presentaron y sin embargo su existencia siguió siendo cuestión de. Sólo Brennan creía en ella y Booth porque creía en Brennan. No había forma de encontrar las pruebas, el hilo que unía los muertos que Pelant señalara como sus víctimas, ahora ya sabemos por qué, el poder del dinero y la corrupción que todo lo tapan.


La terrible asesina al final resultó ser una pobre niña rica, una víctima más del maltrato de un hombre que le debía consuelo y protección. Una niña que sólo quería conseguir la atención de su papá. Y es cierto que las claves para descubrirla, las falsas y las verdaderas, estaban en The Ghost in the Killer, unas las dio el doctor Hodgins, otras ella misma, que no las supiésemos ver fue uno de los grandes aciertos de aquel episodio que firmara Nkechi Okoro Carroll.

Y si The Ghost in the Killer fue uno de los mejores episodios de la temporada de Bones, igual de bueno e incluso mejor ha resultado The Nail in the Coffin, cuyo guion firma Dean Lopata  (uno de los más guinistas más veterano la serie). Un episodio en el que el suspense se sostiene hasta el final, en el que las pistas se van descubriendo poco a poco conforme se avanza en el examen de la víctima y la investigación sobre las finanzas de su familia. No hay sospechosos trampa, sólo una y bien urdida que al final resultó ser la beneficiaria del inventario de vergüenzas y millones de la familia.


A los entusiastas de las acampadas no les recomiendo que vean el principio del episodio, se les quitarán las ganas de a la noche, alrededor de la hoguera, contar historias de fantasmas. Nunca se puede estar seguro de que clase de fruta madura se desprenderá de los árboles. Tal vez resulten ser los restos medio descompuestos de una asesina o su calavera, que sólo un niño lo encuentre divertido da idea de hasta qué punto las criaturas son unos pervertidos (es broma).


De lo exámenes preliminares de los restos, Cam y el doctor Clark deducen que el caso podría estar relacionado con los asesinatos de The Ghost Killer, al cadáver le falta una uña y los dedos están fracturados como las anteriores víctimas, pero Cam no quiere a Brennan en el caso, podía precipitarse en sus conclusiones y le pide a Booth que no la lleve a la escena del crimen. Booth no está de acuerdo ni por supuesto Brennan que desoyendo las órdenes se presenta por su cuenta.

Sus descubrimientos en la escena del crimen sean los mismos que los del doctor Clark y sí la doctora concluye que la muerta es una de las víctimas de la asesina fantasma. Con una diferencia, a esta no le falta sólo una uña, sino todas y que disimulaba la falta con otras postizas pero muy especiales, eran uñas humanas. En el laboratorio Brennan establece la identidad de la víctima con el examen de su mandíbula, tiene marcadores genéticos de prognatismo similares a los que tenía Trent McNamara, el amigo de Hodgins que en el anterior episodio apareció muerto y al que la doctora Saroyan, en contra de la opinión de Brennan, señaló como culpable y suicida. De los errores humanos de los buenos viven los malvados. La muerta es Stephanie McNamara, su hermana.


Mientras Stark, el subdirector del FBI, les pide a Booth, Sweets y Caroline Julian una pronta resolución del caso, los McNamara son una de las más poderosas familias de Washington, quiere una condena, su promoción está en juego. Pero a Booth la promoción no le importa, él quiere resolver el crimen y piensa que uno de los móviles más poderosos tiene que ser la fabulosa fortuna de la familia, sus negocios y la corrupción que conlleva.


Como  Hodgins ha encontrado en las uñas y en los dedos de la víctima una sustancia extraída de las leguminosas que se utiliza como anestésico casero, Booth, mientras se dirige con Brennan a la mansión de los McNamara, para hablar con la jardinera, última persona de la casa que vio a Stephanie con vida, le da por sospechar que ella podía haber sido la asesina. Pero sobre todo discuten el informe que sobre las capacidades de Booth le ha pedido el FBI a la doctora Brennan. Ella le considera altamente capacitado y considera que lo que Booth llama su instinto es en realidad una gran capacidad de observación. Que a uno la mujer de la que esté enamorado lo admire debe producir una gran sensación de orgullo y Booth está muy pero que muy feliz con la evaluación de Brennan.

La jardinera no sabe nada del crimen ni siquiera que Stephanie hubiera desaparecido, ella sólo es un miembro más del servicio. Los lleva al último lugar dónde la vio: las caballerizas. Y allí, en la puerta de uno de los cuchitriles la doctora Brennan encuentra las que al final resultarían ser las pruebas decisivas, rastros de arañazos antiguos y una uña. Booth descubre en el suelo huellas de que Stephanie fue secuestrada allí mismo. Todo apunta a que de niña Stephanie fue sometida a abusos por parte de su padre, a que precisamente en ese lugar la castigaba.



Booth quiere encontrar al beneficiario de la muerte de Stephanie, para él está claro que la clave está en las finanzas de la familia (ese poderoso instinto). Con Caroline se va a la agencia federal encargada de la vigilancia y control de las transacciones financieras. Quieren los archivos de la investigación que sobre el conglomerado de las empresas han estado realizando, por supuesto la directora se niega, es información confidencial. Las cosas cambian cuando Booth la amenaza con una acusación de obstrucción a la justicia. Por supuesto consiguen los archivos que van a parar a Angela, miles y miles de documentos que investigar.


En el laboratorio entre Clark y la doctora Brennan se produce uno de esos momentos especiales que en los últimos episodios en los que el doctor ha intervenido se han producido entre ellos. Clark ha encontrado que las uñas de Stephanie fueron arrancadas hacía más de quince años, que posiblemente las perdiera intentando escapar del cuchitril donde debía estar encerrada y añade que va a hacer todo lo posible para descubrir al asesino fantasma, que la doctora no necesitaba a Pelant.

Cuando Booth en la sala de interrogatorios acusa a la jardinera de ser la asesina, Brennan reconoce en ella la herencia de la familia, su mandíbula presenta un prognatismo similar al de Trent y Stephanie McNamara, a resultas de lo que las pruebas de ADN digan, ella es medio hermana de ambos, ella heredará la fortuna, ella es la culpable. La pobre mujer no sabe nada, ella creció en la casa, jugó de niña con ella, si la mansión se vende ella tiene una pensión asegurada ¿por qué iba a matarla? Ella es inocente.


El caso comienza a aclararse cuando Cam descubre con muestras de ADN que todas las uñas encontradas en la escena del crimen menos una corresponden con las de las anteriores víctimas de la asesina fantasma, ¿quién sino la propia Ghost Killer podría tener las uñas en su poder? Que Stephanie McNamara es The Ghost Killer lo prueba Angela al examinar los archivos de las empresas, estaba en las fechas en que cada una de las víctimas fue asesinada en las ciudades donde murieron.


Pero si Stephanie McNamara era la asesina fantasma ¿quién la asesinó a ella? ¿y por qué? La clave está en la uña no identificada. Cam descubre que pertenecía a una chica Maya Zinkow  asesinada hacía quince años, Hodgins recuerda el caso, era una amiga de Stephanie y se culpó del asesinato a Kessler uno de los profesores de su escuela, el hombre ha estado cumpliendo condena hasta hacia justo seis meses. Cuando exhuman el cadáver descubren que fue asesinada de igual manera que lo ha sido Stephanie, con múltiples cuchilladas y que el informe de la autopsia no refleja lo realmente sucedido y, además, que Maya había sido violada aunque de eso Kessler no fue acusado. Una prueba improbable del semen hallado en el cadáver determina que el violador fue Giles McNamara, el patriarca de la familia


En el apartamento de Kessler, un lugar no muy habitable, un lugar donde rumiar la venganza. Booth y Sweets descubren que Kessler durante los años que ha estado en la cárcel ha reunido una gran información sobre la familia McNamara; entre los archivos encuentran las fotos de la escena del crimen de Maya, fotos que alguien, en este caso en el FBI se encargó de encubrir, ya se sabe cuan poderoso es don dinero. Booth está indignado. Además de planos de la mansión de los McNamara encuentran los de otra  casa que resulta ser la de un congresista, precisamente fue el juez encargado del caso.

Las piezas comienzan a encajar. Giles McNamara violó a Maya, Stephanie lo vio y sufrió un brote psicótico porque lo que ella quería era la atención de su padre. Giles utilizó todo su dinero, poder e influencia para comprar la impunidad suya y de su hija. Al subdirector del FBI no le hace ninguna gracia que ahora salga a relucir que durante quince años el FBI ha estado encubriendo los asesinatos de una familia poderosa. Quiere que todo se aclare y hace responsable de ello, una vez más a Booth.


Cuando Booth y Brennan llegan a la casa del congresista se lo encuentran colgado del techo, en su cuerpo las mismas heridas que en el cuerpo  de Stephanie, parece obvio que Kessler está consumando su venganza. Pero hasta que no consiguen identificar el arma con la que ambos fueron asesinados y unos componentes químicos que había en las heridas no descubren dónde puede encontrarse Kessler. El arma resulta ser un cuchillo para el tabaco y las sustancias las que contenían antiguamente los cigarrillos.


Y en una vieja fábrica de tabacos lo encuentran Booth y Brennan, está a de colgarse del techo. Booth le pide que no lo haga, que les ayude a encontrar al encubridor de los crímenes, Kessler cree que no conseguirán nada, "la justicia no es para gente como ellos", que acabarán con él. Booth le promete que vivirá, aún así el hombre se lanza al vació. Y Booth de un disparo certero rompe el nudo rompe la cuerda. Vivirá.

Así ha sido y así nos ha contado Dean Lopata como la doctora Brennan y el equipo del Jeffersonian han ganado el desafío de Pelant, cómo han descubierto a The Ghost Killer. Las alas de su maldad la atraparon y la venganza de los inocentes volvió contra ella sus propias armas. Pero…pero… el caso no se ha acabado, el suspense continúa porque lo terrible de The Ghost Killer no estaba en sí misma, ni en los asesinatos que cometía, sino en sus encubridores y los beneficios que obtenían.


Me temo que por mucho que Booth se esfuerce, en el nido de serpientes que el poder y los hombres que se sirven de él se mueven, no caben luz ni taquígrafos, su ámbito está entre las sombras, entre los paneles de madera de los grandes despachos y en los bunkers del FBI. Que Booth y Brennan hayan puesto al descubierto la corrupción de la que se alimentan es una insolencia que terminarán pagando.


Y me temo que aunque Booth esté a punto de conseguir su promoción, que aunque no sea impedimento para ello que la doctora Brennan testifique ante el subcomité del Congreso que no mete los calcetines usados en el cesto de la ropa sucia, la sombra del mal también terminará cayendo sobre ellos, que la cerveza con la que brindan, aunque sea de Missouri, no sirva a la buena suerte.

Sin embargo no habrá que olvidar que:


"No importa lo que nos pase —dice Booth—, seguiremos siendo un equipo”
“Bueno—responde Brennan—, eso es básicamente la definición de un buen matrimonio”

lunes, 21 de abril de 2014

BONES. THE RECLUSE IN THE RECLINER. Comunicado de prensa y Spoilers.



ACTUALIZADO: Christine Booth interviene en el episodio final de la temporada.

La Fox cambia la programación de los dos últimos episodio de Bones. El episodio final The Recluse in the Recliner se emitirá el día 19 de mayo y no el día 12 como estaba previsto, según acaba de publicar Tvbythenumbers   . El episodio The Drama in the Queen previsto para el día 28 de abril se emitirá el día 12 de mayo. Así pues tendremos un hiato de dos semanas.



COMUNICADO DE PRENSA DE FOX

En el episodio final de la novena temporada, que se emitirá el 19 de mayo y está dirigido por David Boreanaz, el equipo investiga la muerte de un hombre (un bloguero según Tvguide) que había ofrecido a Booth información sobre un posible encubrimiento del gobierno en relación con un caso anterior, y fue asesinado antes de que la reunión se llevase a cabo. Cuando Booth y el equipo del Jeffersonian ahondan más en la conspiración que rodea la muerte del hombre se hace más evidente que Booth puede estar demasiado involucrado y su futuro en el FBI se pone en cuestión. vía Spoilestv 


Actores Invitados: Patricia Belcher como AUSA Caroline Julian; Joel David Moore como Colin Fisher; Sterling Macer Jr. como Director Adjunto Victor Stark; Peter Mackenzie como congresista Efran Hadley;Mari Weiss como congresista Margaret Pace; Marisa Chen Moller como periodista 1, Alex Best como Periodista#2; Ayumi Iizuka como periodista#3; Marcos Atteberry como Dr. Hinshaw; Susan Angelo como Susan Sprung; Joey Honsa como Linda Watts; Troy Cephers como paramédico; Jennifer Jalene como agente Hannah Francis; Sunnie Pelant como Christine Booth.

Al final Booth se la juega
ÚLTIMOS SPOILERS

Según ha dicho Stephen Nathan a Tvline  En el episodio final de la temporada que se emitirá el 19 de mayo, Booth que está siendo promovido a una posición mucho más importante e influyente en el FBI se verá obligado a enfrentarse con la corrupción que el caso The Ghost Killer ha puesto de manifiesto. Como resultado terminaremos la temporada sin conocer el futuro de las vidas de Booth y Brennan. Tendrán que descubrir y arreglar lo que se ha envenenado en el FBI. Y ambos tendrán que hacer frente a lo hacer frente a lo que han sido forzados a hacer"

Un final con gran suspense que va a cambiar, según nos contaron, la forma en que hasta ahora en Bones se han resuelto los crímenes y que irá más allá puesto que lo que el final de la novena pone en marcha no se resolverá tan fácilmente como en las anteriores temporadas, sino que abarcará la primera parte de la décima.




David Boreanaz que ha dirigido el episodio, igual que ya lo hiciera con el final de la octava temporada The Secret in the Siege, estaba nervioso justo la noche antes de empezar la filmación. ¿Sería por la responsabilidad o por los grandes cambios?

Sea como sea Booth lo va a pasar mal, seguro que terminará como David Boreanaz dice que terminó después de un día de rodaje del episodio final: con dolor de rodillas, de cadera, cortes y rasguños, pero al final y esto es lo bueno se levantará y volverá a hacerlo todo de nuevo, un vez más.


¿Permanecerá la familia unida o habrá cambios de domicilio?

Stephen Nathan ya lo advirtió el seis de marzo cuando en una entrevista dijo a TvLine:Terminamos el año de un modo muy sorprendente con dos historias que convergen y lanzarán al caos y la confusión la relación de trabajo de Booth y Brennan. Habrá grandes cambios para nuestra gente" termina diciendo.

Grandes cambios que como adelantara Tamara Taylor, la doctora Camille Saroyan, a Marisa Roffman no implica la muerte de ninguno de los miembros del equipo. "Estamos todos con vida, pero la dinámica va a cambiar el próximo año, sobre todo al principio".