No siempre una imagen vale más que mil palabras, el artículo que anoche
publicó Rob Moynihan en Tvguide describiendo el rodaje de una escena de The 200th in the 10th no sólo es informativo sino que describe más
allá de lo que sabemos por ahora, hasta qué punto el elenco y el equipo de Bones ha trabajado en el rodaje del
episodio, en ese regalo que nos
hacen a los fans. Y que como tal debemos apreciar.
Durante las últimas semanas se han venido produciendo críticas, algunas muy
duras por parte de ciertos fans por los cuatro últimos episodios de Bones, que sí Booth y Brennan no compartían apenas escenas, que no estaban
juntos, que siempre había una mesa por
medio, que porqué tenían que
dedicarle tanto tiempo a las tramas de los secundarios. Algunos llegaron
hasta achacarlo al desinterés de los actores y de los productores por Bones, más interesados en potenciar su
carrera profesional o su vida personal que en rodar la serie. No me parecieron
justas y así lo dije en uno de esos foros. Pensaba y pienso que se debía al
rodaje de The 200th in the 10th y tal vez al embarazo de Emily, aunque de
eso no creo que nadie estuviera seguro.
Bien, pues ya se ha confirmado, Emily
Deschanel está embarazada y rodar el episodio 200, un episodio tan especial para todos los que hacen Bones (pocas series lo alcanzan, de
Fox, como dice el artículo sólo otros cuatro dramas lo han conseguido: Expediente X, Beverly
Hills, 90210, Melrose Place y 24); ha sido para los actores, el equipo de la
serie y especialmente para David
Boreanaz que lo ha dirigido y al parecer está presente en casi todas las
escenas, un trabajo ímprobo.
Trabajo por el que Stephen Nathan,
guionista del episodio, dice (en broma, supongo) que se merece un Corazón
Púrpura (la medalla con la que en los Estados Unidos premian a los soldados
heridos en combate): "En muchos espectáculos, cuando una de
las estrellas dirige, a veces puede ser un lujo. "Con David, es
exactamente lo contrario. Y por ello debe conseguir un Corazón Púrpura, porque
estando básicamente en cada escena, ha dirigido el episodio más complicado
que este espectáculo ha hecho nunca.".
No es que David Boreanaz haya
sido herido literalmente pero para el episodio inspirado en la película “Con la muerte en los talones”, los productores utilizaron un avión
de la época, un Douglas DC-3 y construyeron una maqueta móvil del interior del
mismo que maltrató a quienes actuaron en ella y especialmente a David: "I
worked my knees pretty hard from being in the plane's fuselage going left and
right, running on the runway, and some dancing sequences. There was a lot that we struggled with, and it
took much longer than a regular Bones episode."
Es decir, que sus rodillas se resintieron porque es
difícil estar en un avión con el fuselaje moviéndose de un lado a otro, por las
carreras en la pista y las secuencias de baile.
El episodio supone un homenaje a las películas de suspense de la vieja escuela de Hollywood, presentando una
realidad alternativa en la que los miembros del equipo del Jeffersonian han
sido reimaginados, sujetos de una travesura que cambia ligeramente sus
personajes: Seley Booth, el agente
del FBI, es un ladrón de joyas, un
carismático Cary Grant (Atrapa a un ladrón); mientras que la
doctora Brennan, la antropóloga forense es una intrépida detective del
Departamento de policía de Los Ángeles que lucha para erradicar el sexismo en
el departamento. Después de que Booth
se vea involucrado en un asesinato, ambos se unen para limpiar su nombre y
atrapar al asesino. Atentos a los guiños del tipo de los que hacía Alfred
Hitchcock en las suyas.
"Pero yo no quiero clasificarlo como completamente al estilo
Hitchcock," dice Boreanaz."No he visto sus películas para
dirigir el episodio, quería mantener mi propio estilo, hablando en términos de
encuadres y composición de las escenas".
La escena que describe Rob Moynehan tuvo
que poner muy nervioso a David Boreanaz.
Rob lo cuenta así: “Decenas de hombres luciendo sombreros “Fedora” y señoras adornadas en faldas de vuelo en una falsa calle
en el Century City de Fox transformada en una despreocupada y colorida calle de
Los Angeles en los años cincuenta. De repente, un grito espeluznante
atraviesa la alegre escena cuando un cuerpo cae al suelo, un cuchillo sobresale
de su espalda. "Va a arrugarse los pantalones", dice Seeley Booth mientras se desliza en el
asiento del pasajero de un convertible Chevrolet vintage conducido por Temperance Brennan, quien arranca el
coche evitando por poco la plataforma móvil de una cámara. Boreanaz grita “corten”
y le dedica una sonrisa nerviosa.
"No creo que él confiase en que fuera capaz de conducirlo", dice
Deschanel con una risa entre toma y toma. "Y David, siendo el amable,
generoso director que es, trataba de darme consejos. Pero lo hice
perfectamente!"
Conociendo a Temperance Brennan no
debería haber dudado de fuese capaz
de conseguirlo. Claro que nadie confiaba y mucho menos Fox que diez años
después de su estreno, Bones se emitiese
en todos los continentes y en cuarenta y cinco idiomas diferentes.
En cuanto al final de Bones, Stephen Nathan dice: "Va a tener un final, porque todo acaba,
pero en este momento parece estar más viva que muerta."
Esta noche tendremos la prueba y habrá que disfrutarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario