Anoche vi el episodio final de la
primera temporada, el titulado Endless
Forms Most Beautiful y unas horas después, en la madrugada me desperté
sobresaltada; ya sabéis, con la sensación esa de que algo siniestro se cierne sobre uno. Debió ser fruto de una pesadilla, estoy casi segura, pero no la recordaba,
sólo esa maldita sensación de urgencia, de algo que debería ser tenido en
cuenta y había pasado por alto.
Me levanté de la cama procurando no
hacer ruido, mi marido, alma cándida, resoplaba apaciblemente,
ajeno a mis urgencias. Hice oído por si el peligro procedía de fuera. Nada.
Nada anormalmente ajeno al tranquilo dormir de la casa, unos ratones correteando por el tejado, una mota de pelusa desperezándose. Nada.
Salí al pasillo, descalza, y
escuché, silencio, ni cadenas retorciéndose ni susurros acallados ni revolotear
de fantasmas escondiéndose. Nada. En el salón la televisión dormitaba, el
ordenador parpadeaba. ¡El ordenador! Me acerqué intrigada, estaba segura de que
lo había cerrado y hasta desconectado. Una vieja manía que provenía de mi
visionado tardío de Buffy Cazavampiros.
¿Recordáis el episodio de la primera temporada titulado I Robot… You Jane?, sí, hombre, ese en el que el demonio Moloch el Corrupto se mete en la red,
finge ser un enamorado de Willow y
se apodera de la mente de los alumnos de la clase de informática. Desde entonces les tengo prevención, a los demonios y a los ordenadores. Pero
claro es el único aparato de la casa (no consentimos que los niños dispongan de
uno en su habitación, lo que uno hace o deshace en el trasto es susceptible de ser visto y compartido por el resto de la familia). Los chicos dicen que somos el
Gran Hermano, mi
marido y yo pensamos que aplicamos la Ley de Transparencia. No hay secretos, no hay sorpresas.
Me la llevé. Al pulsar intro en la pantalla negra empezó a
bailar la pregunta ¿Y si Orphan Black fuera un documental? Me reí, una broma del
Guille conocedor de mi reciente adicción a la serie de la BBC América. Apagué el trasto y me volví a la cama. Mi marido
refunfuñó cuando le acerqué los pies helados; le chisté como si fuese un niño,
se dio la vuelta y siguió resoplando. Y entonces ocurrió. No sé bien porqué, si
fue el frío del mármol que se me había metido en los huesos o porque los
resoplidos de mi media naranja se volvieron estentóreos, el caso fue que no me dormí y la sensación de urgencia se hizo cada vez más y más imperiosa.
Veía la pregunta del ordenador bailoteando en mi mente. ¿Y si Orphan Black fuera un
documental? La deseché por estúpida. Y sin embargo volvió a formularse. ¿Y si Orphan Black fuera un documental?
Me di la vuelta cabreada y le pegué una patada en el trasero al bello
durmiente, conseguí por unos instantes bajara el diapasón de los ronquidos y a cambio me convirtió en prisionera de su abrazo de oso. Y la maldita pregunta inició un foxtrot. La
rechazaba y volvía, la rechazaba y allí estaba. Un invitado molesto que llega sin avisar y pide atención. Harta decidí prestársela.
La sensación de urgencia por unos instantes se apaciguó. Comprendí que algo visto en Endless Forms Most Beautiful había despertado mis recelos. ¿Tendría razón el demonio escondido en el ordenador? ¿Podía ser Orphan Black, en vez de un thriller
entretenido e intrigante, un docudrama, una recreación dramatizada
de esas a los que son tan aficionados los del Canal Historia? Que yo supiera los críticos y los microcríticos,
unos para bien y otros poniéndola a caer de un burro, la vendían como una serie de Ciencia Ficción. Mi razón me
decía que era de madrugada y que porque hubiera visto en una misma escena a una
mujer interpretando a tres personajes distintos no iba a ponerme nerviosa, bien sabía yo que se trataba de Tatiana Maslany, para quien ya mucha
gente anda pidiendo un Emmy no sólo
como mejor actriz protagonista de drama sino también como secundaria. Desde
luego, si no lo gana al menos deberían darle una mención como la actriz más trabajadora. A Saber es Beth, Sarah, Katja, Alison, Cosima, Helena y
Rachel. Sabía, sé lo que son los efectos especiales y los chromas, que para eso existe wikipedia Que era una, no tres, ni siete,
sólo una.
Sus creadores Graeme Manson (Flashpoint), y John Fawcett (Espartaco) son gente del género, sobre todo John Fawcett que en esta entrevista antes del estreno dice “Yo tenía una idea básica (en época tan lejana como el 2003). Una chica se baja de un tren
y se ve así misma a través de la plataforma. Luego su doble se suicida tirándose
al tren y ella le roba la identidad”. Al parecer fue en 2008, cuando ya
había comenzado el auge de las series de televisión, cuando a Greame Manson se le ocurrió transformar
la idea en una serie. Y Fawcett
dice: “Quería hacer un scifi”. “Un
show serializado con un montón de suspense” (para esas fechas ya comenzaba a hablarse
y con fuerza de la clonación humana, acoto). “No
estábamos interesados en el laboratorio grande y oscuro. Sabemos lo que hay
detrás de la cortina”, añade.
Lo sabían. Lo sabían, pensé. Lo sabían y hablaban en clave, porque además mencionaban el poder de las
grandes corporaciones, de la eugenesia, del problema de la realidad de la
existencia; así que era esa la razón de mis desvelos y entonces, en el instante que comprendí la causa de la causa me entró la tiritona. Y no era
por el frío, mis pies enredados a los de mi maridito habían, por fin, entrado en
calor, sino porque a las palabras de Fawcett se unieron las que el cura Kalimero nos repetía en clase de filosofía, que si bien la realidad no es algo independiente de uno,
como sujeto pensante, hay, detrás de la que se conoce otra,
independiente y totalmente incognoscible. Y eso, eso si que era para tener miedo.
Porque la realidad era que hacía
apenas unas semanas, precisamente el 15 de mayo, los periódicos gritaron a
cuatro columnas que la Universidad de Oregón, ¿Oregón?, sí, Oregón (Estados
Unidos), había obtenido células madre embrionarias con la técnica que dio
origen a la oveja Dolly (¿La oveja
Dolly? Dios, la clonación de la oveja
Dolly fue en 1997, hace más de 16 años) Pero ¿era esa la verdadera realidad?, ¿comenzaron
los científicos clonando una oveja? o ¿eso es lo que realmente han querido que creyésemos
para no asustarnos?, ¿para que las iglesias y sus éticas no les despedazasen? ¿Qué
fue del doctor coreano que decía que iba a clonar a un hombre? Porque
exactamente en 1988, es decir hace 25
años (los que tienen Sara, Beth,
Alison, Cosima, Helena) se creó HUGO,
la Organización del Genoma humano, y aunque oficialmente hasta el 2001 no se publicó la secuencia
completa del genoma, ¿quién nos asegura que no se hubiera descubierto mucho antes? ¿Recordáis la película de Michael Keaton “Mi mujer, mis dobles y yo”, pues es de
1996. En el 97 nos presentaron a Dolly… ¿Qué está ocurriendo con la clonación humana? ¿En qué estado se encuentra la cuestión? ¿Qué están diciéndonos Graeme Manson y John Fawcett en Orphan Black. ¿De qué nos quieren prevenir?
¿Será Orphan Black una
fuga de información de la conspiración más grande jamás montada sobre la
esencia del ser humano? ¿Algo parecido a Rubicon y las manipulaciones de las grandes corporaciones?
Claro que también podría pensarse
que no, que Orphan Black sólo es una
serie de televisión que, como todos los críticos dicen, ha tenido muy buenos
resultados de audiencia por su humor
negro, el suspense, la gran interpretación (a lo Meryl Streep) de su actriz principal (incluidos
acentos y pelucas) y la colección de personajes diferentes de los que hace gala: la madre futbolera-maruja al borde de un ataque de
nervios que termina enarbolando la pata del jamón contra su obtuso marido, perdón, no fue la pata del jamón, sino un bote de pegamento bien calentito; la
científica lésbica y romántica; la policía asesina con conciencia; la madraza
macarra; la psicópata divina. Sin olvidar el resto de los personajes, Felix el amigo guarrete y con más pluma que una vedette
del Folies Bergere que interpreta Jordan Gavaris; la madre de acogida, esa sinuosa y enigmática señorita S; Olivier,
el vigilante con cola y cara de Porky; Paul, el amante corrupto; el doctor Leekie, ese dios calvo que viaja en limusina; Rachel, la supuesta hierática primera… ¿La prueba tangible? Su renovación para una
segunda temporada.
Pero estaba de dios que anoche mi
razón estuviera de vacaciones porque lo que me dio por pensar fue que esa, esa era la verdadera prueba de la existencia de la conspiración. Pensadlo
bien, anda, hacedlo, a veces duele la cabeza, pero cuando los engranajes hacen
clic resulta hasta gratificante. Digo, una
verdadera Conspiración que ha sufrido
una fuga de información si de verdad pretendiera
cubrirse las espaldas renovaría la serie para una segunda temporada.
Si la cancelaban los seriefilos
románticos pensarían que tenían razón, que la clonación humana es ya una realidad real;
en cambio si la renovaban aceptarían que estaban equivocados, que Orphan Black sólo es una serie de
ciencia ficción con un guión, una realización y unos efectos totalmente
realistas. ¿Un galimatías? ¿Paranoia? Pensadlo. Pensadlo. A mí me quita el sueño.
De tal manera que, por si acaso voy, a pedir el
genoma completo del Guille, no sea que, como se descubre en Endless Forms Most Beautiful con los de Sarah, Cosima y Alison, tenga insertada una patente del Instituto Neolution. ¿Quién me asegura que mi bichito peludo es carne de mi carne y de la del
oso? ¿Quién que no me fuera insertado el embrión en una de las revisiones
ginecológicas y sea un clon de quién sabe qué dios ansioso de adoradores? ¿Quién que un día no se encuentra en el metro con una copia de sí mismo?
Pensad lo que queráis pero sé, sé que no volveré a dormir hasta que no vea el papel que me acredite que el Guille, mi Guille, mi demonio manipulador, es único e irrepetible.
Pensad lo que queráis pero sé, sé que no volveré a dormir hasta que no vea el papel que me acredite que el Guille, mi Guille, mi demonio manipulador, es único e irrepetible.
Interesante e ingenioso. Uno recuerda a Robert Redford en "Los tres días del condor" buscando filtración de secretos gubernamentales en novelas baratas.
ResponderEliminarGracias por comentar, Javier, no sabes la alegría que me dio cuando el Tribunal Supremo de los Estados Unidos declaró que no se podían patentar los genes. ¿Sabes? Todas las teorías de la conspiración tienen, presumiblemente, una base cierta. Alguien ha intentado patentar genes ergo qué miedo.
Eliminar:)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Marien.
(Y también el salero que tienes al escribir)
He estado viendo otros trabajos de Tatiana Maslany y su variedad de matices, al interpretar sus personajes, explica porqué es capaz de hacer la maravilla que consigue en Orphan Black.
En alguna web leí un comentario que describe exactamente lo que me pasa a mí:
Cuando aparece alguno de sus personajes, se me olvida que es la misma actriz.
Eso es la señal inequívoca de un trabajo bien hecho -al menos para mí, que no sé nada de interpretación.
Y hablando de futuribles..., yo creo que la clonación humana no se va a poder evitar.
Tardará más o menos, decenas y decenas de años quizá, pero la gente se habituará. Recuerdo cuando veíamos como un bicho raro al que iba por la calle con la mano en la oreja, hablando por uno de los primeros móviles. Parecieran de otra especie de gentes. Incluso parecía ridículo (aunque menos) ver hablando sola a una persona cuando salió el "manos libres".
La especie humana puede asimilar cambios muy grandes de su entorno. Cambios sociales como habituarse a ver personas clonadas, creo que pueden ser asumidos en general con el tiempo.
La cuestión para mí más preocupante de los cambios es de índole más íntima: el sufrimiento.
Durante el proceso de adaptación, en este caso entre clones y no clones, estoy convencido que acarrearía situaciones ya conocidas: Discriminación abierta y oculta, maltrato psicológico, (sí, de ése que no se ve porque sus barbaridades no están en la piel); tratarles como humanos de segunda, agresiones contra quien les apoye, etc.
En fin, ya sabemos lo que les ha pasado a muchas poblaciones con características culturales o fisicas distintivas, cuando convivían en un entorno social más numeroso que ellos.
¿Qué sentiría una niña, "gemela" de otra, rodeada de sus compis de clase burlándose de ella? ¿A qué intensidad de bulling serían sometidos dos niños iguales por los compañeros?
Situaciones como ésas seguro que podríamos señalar innumerables.
Y al final... en resumen, ¿no crees que la clonación persistiría sólo artificialmente? Porque si se dejaran de crear clones, los ya existentes terminarían mezclando sus genes de forma natural con el resto de los humanos, hasta dejar de haber individuos idénticos. ¿Parecidos? Sí. ¿Con enfermedades propias de un trabajo genético previamente imperfecto? También. Pero desaparecerían como tales clones, al integrarse todos los humanos de forma natural.
Habría después previsíblemente, sí, casos únicos, como sujetos manipulados para fines inconfesables.
De todas formas, y para dejarme ya de dar tanto la chapa, me quedo al final con el título de una web que elogia a nuestra actriz:
'Orphan Black. O porqué Tatiana Maslany debería clonarse'.
:D
Un saludo afectuoso.
MarinoAzul
Gracias por comentar MarinoAzul, lo del salero me ha encantado, sobre todo porque soy hipertensa y la sal no la pruebo. Me encantó la serie, y por supuesto la interpretacion de Tatiana, me llevé un disgusto cuando nominaron a Kerry Washington y no a ella, pero claro, los creadores de Orphan Black no son la señora Shonda Rhimes ni tienen el poder que tiene ella. Una injusticia.
ResponderEliminarEn cuanto a la clonación creo que llegará a ser un hecho asumido y asumible por la sociedad humana del futuro. ¿Serán felices, los clones? ¿Serán seres fabricados en beneficio de otro? Eso dependerá de los valores en los que la sociedad en la que vivan se base. Aunque viendo como van las cosas lo más probable es que les suceda a los de la novela "Nunca me abandones" de Kazuo Ishiguro, y sólo sean repuestos para mantener con vida a privilegiados. Gracias por tu comentario.
- Vale, describe "huéfana", Sarah.
ResponderEliminar- Huérfana... orfanato...
Sin conocer a los padres biológicos, creciendo en casas de acogida...
La sensación de soledad que pueden producir en nosotros esas frases, es sólo un remedo de lo que llegarían a sentir quienes, por ser creados como objetos al servicio de los que pueden pagarlo, sean considerados como vacíos recipientes sin alma, destinados a algún frío objetivo para el que fueran modelados, mientras les condenan a convivir con un profundo y constante sentimiento de desamparo.
Acabo de ver la película "Nunca me abandones", basada en la novela del 2005 de Kazuo Ishiguro que has mencionado en tu comentario -no la conocía, gracias. Sé que es difícil que las películas recojan toda la riqueza que guardan dentro los libros, pero aún así, ésta me resulta demoledora.
No sé si el director de cine de animación Mamoru Oshii ya la conocía cuando hizo Sky Crawlers (Surcadores del cielo) en 2008, sobre jóvenes adolescentes, destinados ya a vivir una guerra que asumen como algo natural en sus vidas, sin comprender porqué ha de ser así, ni porqué esa soledad que les hace sentir un vacío enorme.
En las tres historias el desarraigo puede llegar a ser insoportable porque intentar convencerse a si mismos de que sus vidas están para lo que están creadas, no les llenaría en absoluto.
¿Quizá Beth lo averiguó y se quitó la vida por eso?
Llegar a conseguir el objetivo de saber para qué les crearon, como quiere Cosima, no les sería suficiente. Creo que cualquier delimitación específica del sentido de la vida, es un autoengaño como el que se monta Alison con su vida doméstica tan estructurada, o Helena con su fanatismo -la para mí mayor víctima de todas.
La búsqueda del sentido de la vida e ir alcanzando explicaciones que lo vayan aumentando, parece más estimulante que encontrarlo del todo. Prefiero el viaje, que llegar a destino.
Además, como dice la protagonista de "Nunca me abandones", al final todos nos parecemos porque en realidad ninguno tenemos tiempo suficiente para averiguarlo.
Pero bajando un poco los pies a tierra, y sobre "No me abandones", ¿Qué sienten las personas que actualmente en países pobres, y no tan pobres, están forzadas a dejarse quitar órganos para venderlos, sin tener la más mínima opción de huir de eso? Por no hablar de la esclavitud doméstica encubierta que existe.
Esto de los clones va a ser muy, muy serio.
Ya lo es.
Un saludo.
MarinoAzul.