Este
artículo también podría titularse “Las Series de la Década 2005-2015” y no sería engañoso; porque puede que Bones, Supernatural y Mentes Criminales no sean las series
a las que la crítica y una parte del público les otorgue ese título, que sean mero entretenimiento de masas para los entendidos, pero cuando dentro
de una semana se inicie la temporada de otoño en la televisión americana (como
decir en todo el mundo por lo de la aldea global), las tres cumplirán su primera década en antena, un
hito para cualquier serie de televisión.
Cuando
se estrenaron allá por el otoño de
2005 el mundo de la televisión no podía ser más diferente al de 2015. Los
procedimentales policiales de episodios autoconclusivos comandaban el Top de las series más vistas. A esa
forma de ver y entender la televisión, a esa fórmula y rígida estructura
respondían y responden sus guiones.
Sin
embargo, la televisión del siglo XX, basada en la publicidad y en el control de
las emisiones por las grandes cadenas se está quedando obsoleta, y lo mismo
parece que ocurre con los
procedimentales autoconclusivos, aunque aún los haya en el Top. El gusto del espectador está cambiando.
Paradójicamente, los dramas serializados de tramas
abiertas que no estaban bien vistos en 2005, ni por las grandes cadenas
(siempre en busca de la mayor rentabilidad), ni por los espectadores aburridos
con las tramas abiertas episodio tras episodio (tan propio de los culebrones), han resultado en 2014 los preferidos de
la crítica (dramas serializados de temporadas cortas) y de ese nuevo espectador
que se perfila “libertario y maduro.” Un
espectador que decide dónde, cuándo y cómo ve su programa de televisión
favorito.
No
obstante, Supernatural, Bones y Mentes Criminales siguen
gozando del favor de un público mayoritario, y en el caso de las dos primeras
de unas fieles audiencias. Según Erica
Messer, productora ejecutiva de Mentes
Criminales, el secreto de la longevidad de su serie está: “En que la gente ha conectado con los personajes, sintonizándola cada semana para
asistir a la batalla entre el bien y el
mal”.
Ya
lo decía Aristóteles: “El personaje es
el argumento” y en ellos han cimentado las tres series su éxito. Personajes
fuertes, bien construidos y en el caso de Bones y Supernatural un tanto peculiares. En los personajes y en la gran dinámica con la que interactúan. Porque aunque de episodios autoconclusivos, en las tres, la relación de los personajes se serializa creando suspense y atrapando a la audiencia.
Pero
además lo que las hace tan populares es responder al que todavía puede considerarse el “pensamiento
mayoritario de la sociedad”: los
chicos buenos siempre vencen al mal.
Aunque en estas últimas temporadas se hayan generalizado las ficciones
protagonizadas por antihéroes, aunque al madurar
como espectadores lo que ahora
interesa, lo que ahora provoca el escalofrío en la espina dorsal y millones de
comentarios elogiosos en las redes sociales sean las ficciones que nos
colocan frente al espejo, las que muestran un
mundo sucio y cruel de dragones
prendiendo fuego al trono, de médicos sibaritas
deleitándose con el hígado de sus pacientes, todavía una gran parte de la audiencia sigue respondiendo al
encanto del héroe poderoso y algo
atormentado que se enfrenta semana tras
semana al mal y lo vence.
Por eso este otoño, las tres, después de sufrir cambios de showrunner, de horario, de estrellas y sobre todo de soportar el paso del tiempo van a cumplir sus diez temporadas de emisión, y aunque no sean culturalmente relevantes, aunque acusen el desgate del tiempo y sus audiencias ya no sean las de sus años gloriosos aún generan la expectación suficiente en millones de espectadores en todo el mundo para ser rentables para las cadenas y los estudios que las financian; y tal vez por eso la décima puede no ser su última temporada.
BONES
Creada
por Hart Hanson, se estrenó el 13 de septiembre 2005, respondía, segúnel crítico del New York Times, al
nerviosismo de la cadena Fox ante el
éxito de los procedimentales de sus competidoras. En una crítica demoledora,
después de considerarla como demasiado aferrada a las fórmulas, explicaba que “Bones concedía el poder de las chicas de Anatomía de Grey a los forenses de alta
tecnología de CSI, sin ser tan ágil
como House”
La falta de originalidad en la fórmula, la palió su creador cambiando los roles de género, convirtiendo la relación de sus protagonistas en una comedia romántica un tanto loca que ha conseguido superar la tan temida “maldición de Luz de Luna”, y no hundirse cuando la tensión sexual entre los protagonistas se resolvió al final de la sexta temporada.
Y
así la historia de cómo la Doctora
Temperance Brennan, una racional antropóloga forense “todo cerebro” (Emily
Deschanel), y el sexy agente del FB Seeley
Booth “sólo corazón” (David Boreanaz), entre discusión y discusión, entre
enfados y anhelos, entre bofetadas y besos, atrapan semana tras semana al
asesino genera la química necesaria para contar con una audiencia fiel de más de siete millones de espectadores, a la
que nada importa las veces que Bones, según los críticos, haya
saltado el tiburón.
Audiencia que consiguió en la temporada pasada que la Fox se volviese atrás en su
decisión de emitirla los viernes y la llevó hasta la renovación para la décima,
que no tiene por qué ser la última al decir del CEO de Fox Peter Rice.
El
mejor elogio de Bones lo hacen semana
tras semana su inquieto fandom, pero también lo hizo un crítico de los
grandes medios americanos, Willa Paskin de
Vulture cuando dijo: “Bones es el típico espectáculo que es ignorado por gran parte de
la crítica, ya que no es ni especialmente original, ni especialmente creativo
pero lleva a cabo un servicio esencial y poco apreciado: Ser entretenido sin ser estúpido, ser un alivio sin ser aburrido,
predecible sin ser insatisfactorio. En resumen es una serie sobre gente
peculiar que hacen un trabajo extraño y hablan sobre lo extraño de sus
sentimientos.”
Entretiene y divierte ¿se le puede pedir más?
SUPERNATURAL
Creadapor Eric Kripke, se estrenó igualmente el 13 de septiembre de 2005 en la cadena
WB (al año siguiente se convirtió en CW) con una de las mayores audiencias de
la cadena, 5,69 millones de espectadores.
El crítico del New York Times la calificó por entonces “como un procedimental de terror con un toque de suspense que a mitad de
metraje se vuelve predecible convirtiéndose en uno más de los dramas familiares
de la cadena.”
Si
en su origen pudo parecer una puesta al día de Buffy y de Angel, las series de Joss Whedon, con fantasmas y vampiros que atrapar, puertas del
infierno que cerrar, sangre a borbotones que beber o limpiar, demonios que
conjurar, después de nueve años de caza han creado su propia mitología. Pocas
series pueden jactarse de algo tan “trascendente” como transformar el cielo, el
de verdad, en un infierno, Supernatural lo ha hecho.
Cuenta
la historia de unos personajes muy peculiares, los hermanos Winchester, Sam (Jared
Padaleck) y Dean (Jensen Ackles). Dos
héroes típicos que arrastran “en la
realidad” vidas dudosas, al margen de la ley, y enfrentan día tras día una
lucha transcendental para el futuro de la humanidad con todos los villanos y
demás ralea que pueblan el universo sobrenatural abandonado por Dios: ángeles,
demonios, vampiros, leviatanes.
Una
lucha en la que está permitido todo, donde los ángeles pueden ser demonios y el
demonio el inocente de la historia. Los
Winchester respetan unas reglas muy sencillas “No se cogen “canutos” de desconocidos” y “en el coche (un Impala del
67) no entran chuchos”. Y que arrastrándoles de abismo en abismo, de
apocalipsis en apocalipsis les ha llevado a morir y por supuesto a “regresar”
nada menos que CIENTO ONCE veces a
Dean (111), y seis (6) a Sam.
Con
estas premisas como no podía ser de otro modo gozan de una de las audiencias
más fieles y combativas de la televisión; audiencia que puede vanagloriarse de haber
salvado su serie de la cancelación en 2010, al final de la quinta temporada y a la que ángeles o demonios aún le importa suficientemente la lucha de los Winchester contra el mal.
MENTES
CRIMINALES
Creadapor Jeff Davis para la cadena CBS, se estrenó el 22 de septiembre de 2005.
Su estreno fue visto por más de 19 millones de espectadores y desde entonces
figura en el Top 20 de las series más vistas. En la temporada 2013/2014 figuró
en el Top 10 para el público global, descendiendo dos puestos en el segmento de
entre 18 y 49 años. Sin embargo, en las redes sociales no cuenta con un fandom
demasiado combativo, tal vez porque desde su creación este procedimental que se define
como psicológico ha presentado el
muestrario de las mayores perversiones y torturas que un ser humano pueda
infringir a otro, principalmente mujeres y niños.
Al crítico del New York Times, al igual que Bones
y Supernatural no le gustó Mentes
Criminales el día de su estreno. Clarividente
dijo: “El problema de Mentes Criminales
es la cantidad de comportamientos confusos de los personajes”. Para añadir
seguidamente que “los protagonistas
parecen un conjunto de juguetes rotos que aburrirán a sus creadores y
posiblemente a la audiencia.”
Sigue
los casos de un grupo de la Unidad de Análisis de Conducta del FBI, los
llamados profilers, que atrapan a
los criminales en serie través del análisis psicológico de sus acciones. Desde
el principio el equipo ha estado integrado por seis agentes que utilizan los insondables
conocimientos informáticos de una hacker que ha cruzado al otro lado del
espejo. Durante las dos primeras temporadas
Mady Patinkin interpretó, al visionario psicólogo capaz de meterse en la
mente del asesino y recrear el crímen. Pero Patinkin abandonó la serie por no estar de acuerdo con la línea
argumental.
Tras
la última temporada forman el equipo los
agentes David Rossi (Joe Mantegna), Aaron Hotchen (Thomas Gibson), Derek
Morgan (Shemar Moore), Dr. Spencer
Reid (Matthew Gray Gubler), J.J.
Jareau (AJ Cook) y la experta
informática Penélope García (Kirsten
Vangsness). En la décima temporada se unirá al equipo la actriz Jennifer Love
Hewitt quien interpretará a Katie Callahan, una agente especializada en
infiltraciones.
Con más de 200 episodios en su haber, su continuidad no parece estar en peligro; no mientras haya monstruos que analizar, pulsiones que mostrar, asesinos en serie que atrapar.
Con más de 200 episodios en su haber, su continuidad no parece estar en peligro; no mientras haya monstruos que analizar, pulsiones que mostrar, asesinos en serie que atrapar.
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