En el reloj del comedor acaban de sonar las doce campanadas, es medianoche en España. Quería estar aquí, ahora, en la
noche que es la del día de Nochebuena
para ser la primera en desearos de corazón que el milagro
de la Navidad os conceda, paz, salud,
amor, comida, familia, amigos y Bones.
Que en el adiós, a pesar de la despedida, Bones nos procure la misma felicidad y alegría que durante estos once últimos años nos ha proporcionado. Y que los spoilers que acaba de publicar TVLine sobre el regreso de Sully (ver aquí) no nos amarguen la espera. Por muy desequilibrada emocionalmente que se encuentre Brennan, por muy difícil momento que estén pasando ella y Booth, la reaparición del "naufrago" en sus vidas no tendrá ninguna repercusión para su amor. Su amor no cambia por momentos, no es juguete del tiempo, es roca firme, faro imperturbable que ve las tormentas y ni siquiera se estremece (don William Shakespeare dixit)
Y para los más racionalistas:
No hay comentarios:
Publicar un comentario