La historia que voy a
relatar comenzó hace muchos años cuando
el destino cruzó las vidas de la mejor antropóloga forense del mundo y un
agente especial del FBI y es solo mi visión de cómo me gustaría que
acabase. Con un punto y seguido.
Ninguno de los dos, y
mucho menos ella que no creía en nada que no pudiera demostrar la ciencia,
podía imaginar, aunque para ser sinceros él lo deseó desde que la vio por
primera vez, que sus caminos entrecruzarían de tal forma que acabaron
convirtiéndose en un solo sendero.
Un largo paseo por la
vida que ahora, años después, recordaban con una sonrisa pero que, había estado
muy lejos de ser fácil: secuestros, asesinatos, pérdidas y sufrimiento se
mezclaban en sus memorias con recuerdos de una fuerte amistad que dio pie a una
sólida relación que salió airosa de numerosos baches. Superaron juntos todas
las pruebas que les puso la vida y eso, les unió más si cabe.
Ahora, sentados en el confortable sofá de su preciosa casa, su hija duerme con la cabeza apoyada sobre las piernas de su padre y su bebé descansa sobre el pecho de su madre. El último gran malo ha sido vencido, una vez más, trabajando en equipo, con su gente, pero siendo ellos el centro.
– ¿Cuánto más vamos a seguir
haciendo esto?- preguntó Booth mientras
acariciaba el pelo de Christine.
– Intentamos dejarlo y no pudimos, supongo que
para siempre- contestó ella a la que aún dolían los golpes que había
recibido.
– ¿Y qué hay de ellos? -
cuestionó en referencia a sus hijos.
– Es nuestro legado, hacer que este
mundo sea mejor para ellos.
– Estoy cansado.
– Ha sido un caso duro, ¡vamos a la cama!- con cuidado de no despertar a los niños se levantaron, dejaron a cada uno en su habitación y se fueron juntos a la que compartían-. Solo es un bajón Booth.
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– Ha sido un caso duro, ¡vamos a la cama!- con cuidado de no despertar a los niños se levantaron, dejaron a cada uno en su habitación y se fueron juntos a la que compartían-. Solo es un bajón Booth.
– Lo sé...es solo que no me gusta verte en
peligro- confesó besándola.
Después del secuestro
del que fue víctima por parte del que había sido su ayudante, Booth se había vuelto más controlador y
posesivo con ella. Discutían día sí y día también porque ya no la quería con él
haciendo trabajo de campo y Brennan
no estaba dispuesta a quedarse en el laboratorio. No cuando él mismo le había
enseñado la vida más allá de las paredes del Jeffersonian.
Esa noche durmieron
abrazados y la ansiedad de él se disipó. A la mañana siguiente, otra víctima,
otro caso, otro asesino. Y no, no lo dejaron. Y su legado se expandió.
– ¡Está guapísima!- exclamó un
emocionado Booth en el patio de
butacas del salón de actos.
– Y es la más inteligente, sus notas son las
mejores de la promoción- apostilló una orgullosa Brennan- Es fantástico que hayas podido venir,
Parker, significa mucho para tu hermana.
– No me lo habría perdido por nada
del mundo- contestó el joven convertido en una fotocopia exacta de su
padre.
– ¡¡Ya empieza!!- gritó emocionado Hank, el benjamín de la familia.
La voz del maestro de
ceremonias dio la bienvenida a todos los familiares y amigos de los graduados.
Entre ellos, una joven rubia, con unos grandes ojos azules esperaba expectante
su nombramiento. No habían querido decirle cuál era el resultado de sus últimas
pruebas y ninguno de ellos era consiente de dónde iría a parar. Un nombre, tras
otro y otro más y entonces pasó.
– Oficial asignado como enlace para
trabajar en casos de asesinato con el Instituto Jeffersonian... Agente Especial
Christine Booth- todos aplaudieron.
Booth lloró y Brennan grito
emocionada.
– ¡Es ella!- exclamó.
– Es nuestro legado- contestó Brennan.
Christine cruzó, unos días
después, las puertas del Jeffersonian
sintiendo los nervios en su estómago. Ella prácticamente se había criado allí.
Era un lugar en el que siempre se había sentido cómoda.
Su familia entera trabajaba o había trabajado en el departamento forense. La sala de huesos del lugar lleva el nombre de su madre en honor a los años de servicio. Pero era la primera vez que entraba como Agente, su primer día en el puesto que siempre soñó. Desempeñando la labor que durante toda su vida vio ejercer a su padre con orgullo. Reconoció el rostro dulce de su primo Michael Hodgins que le sonrío infundiéndole valor y caminó hasta la plataforma forense.
Doctor Michael Vincent Stacatto Hodgins |
Su familia entera trabajaba o había trabajado en el departamento forense. La sala de huesos del lugar lleva el nombre de su madre en honor a los años de servicio. Pero era la primera vez que entraba como Agente, su primer día en el puesto que siempre soñó. Desempeñando la labor que durante toda su vida vio ejercer a su padre con orgullo. Reconoció el rostro dulce de su primo Michael Hodgins que le sonrío infundiéndole valor y caminó hasta la plataforma forense.
– ¿Doctora Saroyan?-
preguntó formalmente y le hizo gracia, su tía Cam era la única que aún no se había retirado y seguía dirigiendo
la institución con mano firme- Se presenta la Agente Especial Booth,
tenemos un homicidio y me gustaría saber ¿quién es el antropólogo forense con
el que trabajaré?
Agente especial Christine Angela Booth |
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