¡Tempus fugit! que diría el poeta Virgilio (con perdón) en su día, conocimos a Hank the tank, como lo llamó David Boreanaz, siendo un francotirador meoncillo que le lanzaba un buen disparo a su padre mientras le cambiaba el pañal (The Loyalty in the Lie 11.01)...
Y ahora un año después ya "forma parte" del FBI y se permite tocar "el sagrado Bobby" del agente al mando, ese que nadie puede tocar nadie más que él. Encantador el vídeo.
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