viernes, 26 de junio de 2015

Bones. Momentos favoritos de Hart Hanson "Jesús no es un zombi"


Según vaticinan los hombres del tiempo, este será un largo y tórrido verano (tan largo que llegará hasta el 1 de octubre, fecha de estreno de Bones11), lo que sin duda favorecerá mi tendencia innata a la pereza. Lo bueno o lo malo, según se mire, es que a pesar de mis deseos de no hacer nada el blog como cualquier adicción necesita alimentación. Y lo que son las cosas, no importa la sequía informativa ni la falta de noticias ni de urgencias ni mucho menos el calor, siempre hay material para seguir hablando de Bones.

Claro que con la modorra que acompaña al cantar de las cigarras no se pueden hacer razonados y sesudos análisis, ni de caracteres ni de cambios de estructuras, así que pensando, pensando de qué hablar si de los episodios más vistos, de los nuevos showruners, de las promos más impactantes o de los modelitos de la temporada, me he acordado de que hay un tema del que un fan de Bones puede disfrutar con una copa de tinto de verano en la mano sin estrujarse mucho las meninges y es, como no, rememorar nuestros momentos favoritos, y de Bones, todos, tenemos, seguro, más de uno, por no decir cientos. Los hay brillantes, los hay dramáticos, pero también caóticos, gamberros, divertidos o simplemente románticos.

Los nuestros y los de los actores y productores de la serie y con quién empezar mejor que con el creador de Bones, con Hart Hanson.




La revista online Buzzfeed les preguntó hace poco a 51 escritores de televisión por los momentos que habían escrito de los que más orgullosos se sentían. Hart Hanson estaba en la lista y hablaba de todas sus series. De Bones mencionó cuatro momentos favoritos: Jesús no es un zombi, los votos de la boda, el elogio a "Ripley" y las últimas palabras del becario Vincent Nigel Murray. Hanson con gran generosidad reconoce que no sólo se trata de lo que él ha escrito sino principalmente de cómo los actores que lo han interpretado lo han hecho suyos. Pero como los cuatro son emocionantes lo mejor será empezar rápidamente por el primero:

¡JESÚS NO ES UN ZOMBI!

Pertenece a uno de mis episodios favoritos “The Man in the Morgue” (1.19). Hanson cuenta que lo que era una especie de chiste por la interpretación de David Boreanaz y de Emily Deschanel se convierte en un gran momento cargado de emoción. Y aunque él no lo diga ahora, pero lo dijo en su día (la famosa conferencia en la universidad de 2010), resultó uno de los momentos más polémicos y comentados de Bones.


No sé si recordáis el episodio, Brennan, en sus vacaciones, se había ido a Nueva Orleans a ayudar en la identificación de los cadáveres que el huracán Katrina (2005) había o bien provocado o bien desenterrado. En un momento dado su investigación sobre uno de esos cadáveres (el 361) se cruza con un asesino.  



Todo comienza cuando Brennan se despierta conmocionada, cubierta de sangre en su hotel, con cortes en la cara y una mano rota. 



Booth se presenta en el hospital cuando la están curando, por supuesto nadie se cree que sólo son compañeros de trabajo, y a partir de ese momento asistimos a uno de los episodios que seguramente más fans consiguió para Bones, divertido, con diálogos brillantes, caóticos, románticos, sí, románticos, de los de la emoción contenida, de los que se calla más que se dice, pero lo que no se dice está ahí en el fondo, impregnándolo todo y también, por qué no, diálogos gamberros.



La aparición de Caroline Julian y el trato que le dispensa a Brennan “¿Es idiota? No me habías dicho que era idiota” es de los memorables.




La escena a la que se refiere Hanson es entre Booth y Brennan. Antes habían hablado de que a la doctora le habían podido hacer vudú porque ha perdido la memoria y porque el cadáver 361 era un sacerdote de esa “religión”.  



Booth como es natural se muestra escéptico. La conversación tiene lugar en el coche y comienza con sus voces en off.


¿Vudú? —pregunta Booth con sorna—¿Quién se va a creer eso?Y Brennan científica y raciona le contesta:Es una religión no más disparatada que…—se detiene un momento y porque estábamos al principio de su relación y aún no habían llegado a ese tipo de conocimiento le pregunta —… ¿Tú qué eres? 

Católico —responde Booth que no se espera lo que la doctora le dice a continuación.
 
Creen en los mismos santos que tú, en la oración. Lo que ellos llaman conjuros, tú, milagros, tienen sacerdotes…

Y Booth que se va enfadando conforme la va oyendo, contundente, pretendiendo callarle la boca le contesta.No tenemos zombis. 
Poniéndole sin pretenderlo la respuesta en bandeja que Brennan no puede dejar pasar y racional, siempre racional, dice:— Jesús resucitó al cabo de tres días. 
Y entonces Booth enfadado, realmente enfadado, apuntándola con un dedo le responde.

¡¡Jesús no es un zombi!! ¿Vale? Dios, eso lo sabe cualquiera.


Y dando por zanjada la conversación se cala las gafas de sol y ante la mirada sorprendida de Brennan funden a negro.

 ¡Dios, qué gran diálogo!, pero tiene razón Hanson, verlo en escena, ver el rostro cambiante de Booth, la sorna detrás de la mirada subversiva de Brennan es como recibir un chute de droga pura en vena. 



El próximo post revisaré la escena de los votos matrimoniales, si, esos votos, los votos, el gran momento de Bones. Pero necesito vuestra ayuda para continuar, contadme cuales son vuestros momentos favoritos, al final haremos un coladge.




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